Macrooperativo antidroga de la Guardia Civil en Vilafranca del Penedès. Unos 150 agentes de la policía española han practicado registros y han hecho una decena de detenciones después de una investigación centrada en un clan familiar de la ciudad dedicado al tráfico de hachís y el blanqueo de capitales. Los agentes han registrado varios domicilios del clan, que se sospecha que podría tener relación con las narcolanchas detectadas en las costas catalanas, según han explicado a
En los últimos meses las fuerzas de seguridad han interceptado numerosas lanchas cargadas de droga. La semana pasada los Mossos d’Esquadra detuvieron hasta 15 personas que descargaban un cargamento de hachís en el puerto de Mataró. La policía catalana recibió un aviso del vigilante del enclave, que vio la llegada de varias lanchas a través de las cámaras de seguridad. Se decomisaron varias embarcaciones y 1,5 toneladas de hachís.

El sur de Cataluña, nov base de operaciones del tráfico de haixix
Días antes, la Guardia Civil interceptó una narcollancha en Aldea (Baix Ebre) transportada por un camión que circulaba por la C-42. Agentes del cuartel de Tortosa hacían un control de carretera y detuvieron a tres personas que intentaban huir cuando vieron el dispositivo policial. La posesión de este tipo de lanchas, que están modificadas y no constan en ningún registro oficial, ya se considera un delito de contrabando.
La lancha incautada tenía tres motores de gran potencia y numerosas garrafas con combustible, que los traficantes utilizan para llenar el depósito sobre la marcha y no levantar sospechas. A finales del 2022 los Mossos también detuvieron a siete personas por un desembarco en la playa de Alcanar (Montsià) y durante la operación se intervino al menos un fusil AK-47. Las últimas intercepciones han puesto a los investigadores sobre la pista de una organización, que podría ser la desmantelada a Vilafranca, que ha hecho del sur de Cataluña su base de operaciones para llevar hachís a Cataluña y después distribuirlo al resto del Estado y Europa.

