Esta noche pasada se ha producido un nuevo ahogamiento mortal en las playas de Cataluña. Un joven de 26 años que se estaba bañando en una cala de l’Ametlla de Mar, en el Baix Ebre, ha perdido la vida. Los hechos han tenido lugar la noche de sábado, cerca de dos cuartos y cinco de once, en la playa de Ribellet, el acceso al mar que se encuentra a la urbanización San Jorge de Alfama. Según apuntan las primeras informaciones, varias personas vieron llegar un coche hasta la playa y quedar encallado en la arena. Fue en aquel momento que el hombre que viajaba sol al coche bajó del vehículo y se dirigió directamente al agua.
En aquel momento no le dieron demasiada importancia. Ahora bien, después de unos minutos, los mismos testigos alertaron los servicios de emergencias y la policía al ver que el hombre no salía del mar. Fue en aquel momento que los servicios de emergencia se pusieron en marcha y enviaron varias patrullas de la Policía Local de l’Ametlla de Mar, Mossos d’Esquadra y dotaciones del cuerpo de Bomberos de la Generalitat hasta el punto del aviso. Las autoridades empezaron las tareas de investigación sin demasiado éxito. Finalmente, el cuerpo del hombre apareció flotante y fue arrastrado por las oleadas hasta la arena.

Los agentes del Servicio de Emergencias Médicas (SEM) intentaron reanimar el hombre una vez ya era en la arena, pero no lo consiguieron. Así pues, certificaron su muerte y ahora el caso ha quedado en manos de la Unidad de Investigación de la comisaría de Tortosa.
Un recuento creciente
Con esta menor y el hombre encontrado ahogado muerto este miércoles en la playa de Gavà, en el Baix Llobregat, ya son 20 las personas muertas en las playas catalanas desde el 15 de junio, es decir, el momento en el cual se considera que empieza el periodo estival. De hecho, este recuento crece si se añaden todas las muertes por ahogamiento en piscinas, ya sean públicas o privadas.