Nuevo episodio en el caso del bebé que fue encontrado muerto en una papelera en la Bisbal d’Empordà. Los Mossos d’Esquadra han detenido al presunto violador de la madre de la criatura, que al ser identificada alegó que la criatura ya había nacido muerta y que era fruto de una agresión sexual, de la cual acusó el hombre ahora arrestado. La investigación está ahora en una fase inicial, y la policía tendrá que buscar ahora pruebas y declaraciones que confirmen o desmientan la versión de la madre. La chica, de unos 20 años, también está investigada, por la muerte de la criatura, en la causa que se abrió a raíz del hallazgo del cadáver del bebé, el 2 de enero.
De momento, el juzgado de instrucción número 4 de la Bisbal le ha tomado declaración a la joven y la ha dejado en libertad provisional, sin ninguna medida cautelar, a pesar de que continúa como investigada. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que centraliza la información de las actuaciones judiciales en todo el país, el juez está a la espera que se hagan varias diligencias que ha encargado para aclarar los hechos.

Paralelamente, a raíz de la declaración de la mujer sobre la violación que habría sufrido, el mismo juzgado ha abierto otra causa, por agresión sexual, en la cual está imputado el presunto autor de los hechos, que también ha declarado este viernes. Después de esta primera declaración, el hombre, de 39 años, ha quedado en libertad provisional, puesto que ninguna de las partes ha pedido ninguna medida cautelar contra él, pero continúa imputado y a disposición de la autoridad judicial, ante la cual se tiene que presentar cuando lo citen.
La joven había ocultado el embarazo
Según la Agencia Catalana de Noticias (ACN), el informe preliminar de la autopsia que los forenses hicieron al bebé no desmiente la versión de la madre, según la cual el niño nació muerto. Pero todavía falta conocer los resultados de los análisis de tejidos y otras pruebas de laboratorio que puedan aportar más luz al caso.
El caso se abrió el 2 de enero, hacia las siete de la mañana, cuando los Mossos fueron alertados que había un bebé en una papelera. La criatura era muerta y en aquel momento la policía empezó a investigar para localizar la madre, cosa que consiguieron este jueves. La joven explicó que había ocultado el embarazo a su entorno después de ser violada, aseguró que el niño había nacido muerto y dio pistas a los Mossos para localizar su presunto agresor, del cual pidió una orden de protección.