Un edificio en proceso de derribo se ha derrumbado en Lleida. El bloque, situado al número 22 de la calle Boters de la capital del Segrià, ha caído al suelo repentinamente después de que la estructura haya colapsado. Las autoridades municipales han tenido que hacer salir los vecinos de los bloques adyacentes, los números 31 y 33 de la calle Murcia, ante el riesgo de afectaciones sobre sus viviendas. Los afectados permanecen a la espera de la decisión de Bomberos y policía, que estudian los efectos de la caída sobre la zona para decidir cuando podrán volver a casa.
Malgrat el incidente, ninguno de los operarios de la empresa de demoliciones que trabajaba en el edificio ha resultado herido. Permanecen riesgos, pero, de nuevos desprendimientos, especialmente a la fachada del inmueble, que está en riesgo de colapso. Para evitar daños personales, las autoridades han acordonado la zona. Lo alerta de la Guardia Urbana ha llegado a mediodía al cuerpo de Bomberos, que ha desplazado hasta cuatro dotaciones para garantizar la seguridad en la zona.

Alerta en Badalona
El de Lleida no es el único riesgo estructural que se ha registrado en el país durante la mañana. El edificio adyacente al que se derrumbó la pasada semana en la calle de Canigó en Badalona ha presentado una grieta en la cuarta planta. La afectación se ha detectado a raíz de una inspección preventiva por parte del Grupo de Estructuras Colapsadas de Bomberos. A raíz de este descubrimiento, situado en el cuarto piso del inmueble, se han tenido que desalojar los habitantes de hasta nueve viviendas, distribuidos entre los tres pisos de la finca, el ático y los bajos. Solo se ha tenido que evacuar, justo es decir, los habitantes de una mitad del bloque, la correspondiente a las puertas 3 y 4 de cada piso. La intervención se ha hecho aprovechando el acceso, autorizado por el juez, de los habitantes del edificio ya derrumbado para recuperar sus pertenencias.