Se acerca el invierno y el paisaje catalán cambia significativamente. Los colores anaranjados de las hojas de los árboles empiezan a desaparecer y el blanco de la nieve toma el protagonismo de muchos bosques y montañas. Aun así, todavía hay joyas escondidas en medio del territorio catalán que son dignos de visitar, sea el momento que sea, y pueblos ideales para hacer una ‘escapada’ en familia o con amigos un fin de semana. En este sentido, la reputada revista
En segundo lugar, la revista destaca Caldes de Montbui, en la comarca del Vallès Oriental. Recomiendan los tres balnearios de la localidad, que son uno de los grandes reclamos por los visitantes. Además de relajarse en las aguas termales características de la población, la variedad gastronómica que se puede encontrar, especialmente por los carquiñoles, también es uno de los principales motivos de atractivo turístico. La tercera posición de la lista lo ocupa Cardona, en el Bages, por sus rutas turísticas sobre las minas de sal. De hecho, la que más destaca la revista es la que va desde el centro de la villa hasta el castillo que corona el pueblo. Una construcción del año 886.

Mura y Vic
Las últimas posiciones del listado de recomendaciones son Mura y Vic, respectivamente. El pueblo de la comarca del Bages es uno de los destinos destacados por la arquitectura medieval que lo caracteriza, especialmente todas las edificaciones que conforman el casco antiguo; mientras que, por otro lado, la capital de la comarca de Osona es una recomendación remarcada por la emblemática plaza mayor y la catedral que se erige en medio de las calles empedradas.