El número de personas que han muerto ahogadas en Cataluña ha aumentado hasta 22 en el primer tramo de la campaña de baño de este verano, lo que supone un incremento de cuatro personas respecto al mismo período del año anterior. A punto de comenzar agosto y con el riesgo de que estas cifras sigan escalando, el Gobierno de la Generalitat hace un llamado a la prudencia y la “responsabilidad colectiva” a la hora de disfrutar del medio acuático.
Más concretamente durante estas primeras semanas de verano, 16 personas han muerto ahogadas en las playas catalanas, tres en piscinas y tres más en aguas interiores. Las víctimas mortales se han producido en todo el litoral catalán, pero especialmente en la Costa Central y la Costa Brava. En muchos casos, los ahogamientos han tenido lugar en playas vigiladas con bandera verde, pero también en zonas no vigiladas o fuera del horario del servicio de socorrismo.

Los muertos en las playas se han incrementado después de las tres personas que fallecieron este martes ahogadas, un hombre alemán de cincuenta y cuatro años en Cambrils, y dos hermanos menores de edad de nacionalidad británica en Salou. En este último caso, el padre de los menores pudo ser rescatado con vida, pero no han trascendido más detalles de la tragedia ni del operativo de rescate.
El perfil habitual de muertes por ahogamiento
El perfil más habitual que se ha observado en las muertes por ahogamiento es el de un hombre mayor de 65 años que se baña solo, a menudo con enfermedades previas, una tendencia que ya se observó en temporadas anteriores. Ya se habían registrado nueve víctimas mortales en las playas antes del inicio oficial de la campaña de baño, el 15 de junio.
Por otra parte, este miércoles se ha anunciado una huelga indefinida de socorristas de las playas de Barcelona a partir del 1 de agosto para reclamar que se les considere un “servicio esencial” y poner fin a la precariedad que afecta al sector.