El inicio de la Semana Santa se ha traducido en una primera tongada de lluvias con mayúsculas que hacía tiempo que se esperaba en buena parte de Cataluña. La llegada de una gran borrasca atlántica ha permitido aligerar superficialmente los graves problemas de sequía que vive el país, provocando la recuperación de capacidad de la mayoría de los pantanos del territorio.

Según el último informe diario que elabora la Agencia Catalana del Agua (ACA), los embalses del sistema Ter-Llobregat -que comprende el de Sau, el de Susqueda, el de la Baells, el de la Llosa del Cavall y el de Sant Ponç- han superado el 16% de su capacidad, concretamente se han situado en un 16,05%, gracias a estas primeras precipitaciones que tuvieron lugar este lunes. En este sentido, los cinco embalses acumulan actualmente 98,24 hectómetros cúbicos de agua de los 612,07 posibles, una cifra que podría verse incrementada teniendo en cuenta las lluvias que están teniendo lugar este martes en todo Cataluña.

Hay que recordar que la  situación hídrica de la zona llevó a la Generalitat a decretar la fase de emergencia en la cuenca cuando se bajó de los 100 hectómetros cúbicos, unos datos límite que dibujan un escenario próximo con problemas de abastecimiento. Superar esta cifra podría llevar al ejecutivo catalán a variar la situación, pero la semana pasada la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, ya advertía que para cambiar de estadio se tendría que superar la cifra de forma sostenida.

Una doble perturbación para superar el umbral

Las previsiones meteorológicas, sin embargo, parecen propicias a conseguir superar este umbral de los 100 hectómetros cúbicos. Según los datos del Servicio Meteorológico de Cataluña, estas precipitaciones son solo la antesala de la llegada de una nueva perturbación que se aproxima por el oeste de la península y que de cara a viernes dejará cielos nublados en casi todo el territorio que podrían rápidamente evolucionar en fuertes precipitaciones de cara al fin de semana, unas lluvias concentradas en poco tiempo que serán especialmente bienvenidas en los pantanos catalanes.

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