El Hospital Universitario Dexeus de Barcelona se ha negado hasta ahora a dar explicaciones sobre los insultos que dejó por escrito un médico en el informe médico de Anna M. P., una paciente de 77 años que acudió el pasado 15 de septiembre al servicio de urgencias del centro hospitalario porque había sufrido un episodio de amnesia temporal. Durante la atención en el servicio de urgencias fue víctima de una discriminación lingüística por parte de otro profesional médico, ya que el médico le pedía que hablara en castellano y ella quería mantener el catalán, su lengua. Finalmente, la atendió un segundo médico que la entendía en catalán, pero cuando escribió el informe médico se refirió a la paciente asegurando que había tenido una actitud «grotesca» y «xenófoba». El centro médico, a pesar de admitir que el caso está siendo estudiado por la consejería de Salud, no ha querido pronunciarse, en conversación con El Món, sobre si considera adecuado el comportamiento del facultativo, pero estas expresiones no tienen ningún tipo de amparo en el código deontológico ni en un cuaderno de buena praxis elaborado por el Colegio de Médicos.

El punto cuarto del código deontológico, los principios generales de las normas por las cuales los médicos deben regirse en su actividad, establece que el deber del médico es «prestar atención preferente a la salud del paciente», una atención en la que «en ninguna circunstancia» puede ser interferida por cuestiones religiosas, ideológicas, políticas o económicas, entre otras. «Los médicos deben respetar escrupulosamente a las personas y todos sus derechos», subraya el punto quinto. Y, en el octavo, se subraya que el médico debe velar por mantener el «prestigio de la profesión y evitar acciones que puedan menoscabar la confianza social hacia la profesión o las instituciones sanitarias».
Además, en cuanto a la relación del médico con sus pacientes, el código destaca que «la primera lealtad del médico debe ser hacia la persona que atiende» y que «la salud de esta debe anteponerse a toda otra conveniencia». «Todo el mundo tiene derecho a una atención médica de buena calidad humana y técnica» y es responsabilidad del médico «velar por la preservación de este derecho».
Un informe médico no puede contener afirmaciones que el médico «no haya comprobado personalmente a partir de datos»
Es importante destacar también que el médico que redactó el informe, según la afectada, fue el segundo en atenderla y no había presenciado la discusión que se originó cuando la paciente comunicó que no pensaba renunciar a hablar en su lengua, ya que se le pedía que se expresara en castellano. Por tanto, las observaciones expresadas con insultos colisionan también con el punto 38 del código deontológico, que remarca que cuando un médico redacta un informe debe tener presente que «su contenido puede tener consecuencias legales para el enfermo, para él mismo o para terceras personas» y, en este sentido, remarca que «debe abstenerse, por tanto, de hacer afirmaciones que no haya comprobado personalmente a partir de datos».
¿Qué debe incluir un informe médico?
El cuaderno de buena praxis del Colegio de Médicos sobre los informes clínicos, elaborado en el año 2005 y plenamente vigente, establece que estos textos se pueden analizar a partir de las clásicas cinco “W” inglesas: what, who, when, where, why, es decir: qué, quién, cuándo, dónde y por qué. Así, el documento, que es público, establece que la información que debe incluir un informe médico son los datos del enfermo, el motivo de ingreso, la enfermedad actual, la exploración física, las exploraciones complementarias, el diagnóstico principal, los diagnósticos secundarios, nombre del cirujano –en caso de intervención–, la fecha, la evolución y el tratamiento que debe recibir el paciente.
En cuanto a los informes de urgencias, este documento establece que el médico de guardia debe hacer un breve informe donde se valoren «los elementos del interrogatorio y se sinteticen las exploraciones complementarias, el diagnóstico de presunción, el tratamiento propuesto, la respuesta del paciente y las exploraciones que se dejan encargadas para las próximas horas», si son pertinentes. «Es un resumen interpretativo de la situación del paciente en el momento de ingresar», resume, y resalta que debe explicar «muy claramente por qué y en qué circunstancias ha ingresado».
El Colegio no recibió la queja inicialmente por un error en la dirección de correo electrónico
Por otro lado, el Colegio de Médicos, que ha atendido todas las llamadas que le ha hecho este medio para conocer la situación de la queja, ha comunicado que sus servicios jurídicos no tienen registrada aún denuncia de los hechos ocurridos el pasado 15 de septiembre en el Hospital Universitario Dexeus de Barcelona y ha remarcado que la paciente debía tener un «justificante de recepción» de la queja. Aunque la paciente y Plataforma per la Llengua, que ha asesorado a la mujer en todo este proceso, aseguraron a este diario que se había hecho la queja, la realidad es que esta nunca llegó a su destino por un error en la dirección del correo electrónico de entrega.
Anna, en conversación con El Món, ha detallado que escribió una queja y la envió a un correo electrónico del servicio jurídico del Colegio de Médicos, pero hace pocos días se dio cuenta de que el escrito no se llegó a enviar porque había un error en el dominio del correo que le habían facilitado desde la ONG del catalán. Ante esta situación y que la persona afectada quiere denunciar los hechos al Colegio de Médicos, la corporación aún no puede emitir ningún juicio de valor previo sobre el caso hasta que la documentación necesaria no esté a su disposición y la haya podido analizar.