La diputada de la CUP en el Parlamento Laia Estrada ha lamentado este miércoles haber estado «vejada por el simple hecho de habla catalán« en un bar de la playa Llarga de Tarragona. Estrada ha admitido en un hilo de Twitter que han ido al restaurando «decenas a veces» y nunca se los había pasado nada antes. Aun así, ha anunciado que después de la escena surrealista que han vivido con el camarero no volverá al establecimiento.
Todo ha empezado, según su relato, cuando su compañero ha pedido un bocadillo y un refresco al establecimiento y que el camarero «le ha exigido de malas maneras que le hablara en español». «Mi compañero le ha dicho (en castellano) que si no entendía el catalán solo lo tenía que decir de entrada», ha sostenido Estrada, aunque han «alucinado» porque las anteriores veces que habían ido a este bar los habían entendido perfectamente.
Según explica la diputada anticapitalista, el camarero se ha envalentonado y ha respondido que «yo solo hablo español en todas partes». A continuación, su compañero le ha preguntado si también hablaría en «español» si se va a trabajar en Alemania, pero el trabajador no ha respondido y ha marchado hacia la cocina.
Laia Estrada, además, ha denunciado que el resto de trabajadores se han añadido a la «gresca» sin haber visto «lo que ha pasado» y han acusado su compañero de haber querido «obligar el camarero a habla en catalán». «Lejos de resolverse la situación con una simple disculpa, todavía ponen más leña al fuego, acusando mi compañero de haber hablado de malas maneras, cambiando de forma chapucera la realidad», ha subrayado.
La empresa se niega a firmar la reclamación
La diputada ha puesto una reclamación al camping donde hay el establecimiento, aunque la empresa «no ha querido firmar la hoja de queja» y ha enviado una copia a la Secretaría de Política Lingüística de la Generalitat. «La situación es tan lamentable que este es el pan de cada día. No solo se vulneran nuestros derechos lingüísticos sino que encima se nos acusa de provocar conflictos», ha dicho.
