El Departamento de Educación, liderado por la consejera Anna Simó, ha decidido aplazar un año las pruebas orales censales de catalán a los alumnos, es decir, el examen oral de las competencias básicas. Según ha avanzado el diario ‘Ahora’ y han confirmado fuentes de la consejería, se trata de un movimiento excepcional fruto de la «sobrecarga de trabajo» de los centros que supone la implantación de las otras nuevas pruebas diagnósticas fijadas por ley, que se pusieron en marcha por primera vez el curso pasado. Así pues, las competencias básicas de este curso estarán compuestas por pruebas de comprensión oral, comprensión lectora y expresión escrita, pero no expresión oral. Ahora bien, los centros que crean adecuado evaluar como se expresan oralmente sus alumnos podrán hacerlo con los materiales que los facilite el departamento.
A pesar de que la consejería ha decidido frenar las pruebas de expresión oral después de consultarlo con la Junta de Direcciones, aseguran que están «firmemente» comprometidos con la defensa del catalán y sus usos. Aun así, consideran que es contraproducente para las escuelas hacer cuatro pruebas censales anuales porque supone una «sobrecarga» laboral para los equipos de docentes de cada centro. De hecho, argumentan que la mayoría de países hacen dos o tres pruebas censales cada año y las van eructando, para ver la evolución de los resultados y las diferencias generacionales.
La reacción sindical
Esta decisión de la consejería, pero, no ha tenido un buen recibimiento entre los sindicatos. Desde la Intersindical rechazan la decisión, puesto que consideran que es “una contradicción inaceptable de una administración que promociona un sistema (muy controvertido) que pretende evaluar por competencias”. A pesar de que recuerdan que esta prueba se implementó por primera vez durante el curso pasado y que no tuvo mucho éxito fruto de la mala organización del departamento, desde la Intersindical consideran que la consejería ha tenido suficiente margen de maniobra para mejorarla: «Es cínico argumentar que la suspensión de las pruebas orales se debe a una sobrecarga de trabajo para los docentes, porque el mismo departamento no ha dudado a incrementar esta carga en otras cuestiones y momentos sin ningún problema», remachan.
