Esta semana, el titular del Juzgado de Instrucción número 29 de Barcelona, Santiago García, decidía archivar la querella contra la exlíder del PP, Pablo Casado. El instructor de la querella interpuesta por el Grupo de Abogados Independientes y la Generalitat de Cataluña contra sus declaraciones atacando la inmersión lingüística y los docentes de la escuela catalana ha decidido cerrar el caso, a pesar de que todavía hay un recurso pendiente en la Audiencia de Barcelona. El argumento del juez es que a pesar de que sus declaraciones eran “rechazables” no constituían finalmente ningún delito.
Una decisión que las partes presentadas califican de extraña porque, el mismo juez hace dos meses denegó el archivo que pedía Casado desde el minuto cero del caso. Es más, El Món han tenido acceso en su declaración del 20 de marzo pasado. Uno tuya-mía entre el juez, Casado y la letrada defensora. Las palabras de descargo de Casado se basaban a defender su discurso como jefe de la oposición en el Congreso y sobre todo, con el argumento, que la Generalitat de Catalunya nunca se querelló contra

Un reportaje de hace 15 años como argumento
La declaración duró 32 minutos y el líder popular defenestrado solo respondió al juez y a su letrada. Sirvió a Casado para asegurar que sus palabras no se dirigían “en absoluto” contra los profesores de Cataluña, “sino a los partidos políticos que son los que dan instrucciones”. De hecho, aseguró que el que hizo fue “defender una familia en el ejercicio de sus derechos” y añadió que “lo volvería a hacer muchas veces”. Así, manifestó al juez que la querella “solo era un acto para lesionar su dignidad y menoscabar la estimación pública con un temerario desprecio a la verdad”. “En aquel momento denuncié la situación de acoso que estaba sufriendo una familia de una niña de cinco años en Canet de Mar”, afirmó ante el juez.
El juez, pero, le frenó y le recordó que se había desahogado mucho más, “no solo con relación al caso de Canet” en concreto, sino que llegó a “decir en general que los profesores tienen instrucciones por no soltar al lavabo a los niños que no hablen en catalán o que los ponen piedras a las mochilas”. “¿Usted contrastó esta información? ¿De dónde le venía? ¿Qué seguridad tenía sobre el que decía?”, le espetó el juez. La respuesta de Casado fue que todo lo que dijo “estaba contrastado por medios de comunicación, por entrevistas y noticias que no han sido desmentidas por la Generalitat y ninguno de los entrevistados, periodistas o editores no han recibido ninguna querella en 13 años”. En definitiva, defendió que quien tenía que “contrastar la información en que basaba sus palabras era la Generalitat y el Grupo de Abogados independientes” y no él. Casado se refería, como detalló al instructor, a un reportaje del Mundo del 9 de septiembre de 2008. Y tildó la querella “de atropello procesal inaceptable en un estado de derecho a un líder de la oposición”. El juez le replicó con otra pregunta, “¿quién daba instrucciones de hacer estas cosas?”. “En ningún caso estoy acusando”, contestó el popular alegando que él “hacía preguntas retóricas” cuando “la Generalitat en 13 años no ha desmentido estas informaciones”.
El juez no se lo tragó inicialmente, pero cambió de opinión
Casado aprovechó la ocasión para citar el caso de los profesores del instituto de Sant Andreu de la Barca a raíz del referéndum del Primero de Octubre, en el IES Palau. En este caso, citaba
El juez fue claro y contundente al responder. “Muy bien, señor Casado, pero un delito no saca otro”, le contestó el magistrado. “Si usted considera que se está cometiendo un delito de discriminación, el que tocaría sería denunciarlo, ¿no?”, alega el magistrado. “¿Tenía usted ánimo de cometer un delito de odio y discriminación al decir que los profesores funcionaban de manera contraria a la norma?”, repregunta el juez. La respuesta de Casado es culpar los independentistas. “Le repito que no digo que los profesores funcionen así”, asevera. “Yo estoy en uso de mi obligación como líder de la oposición por habla de los políticos independentistas”, arguyó.
“Yo no estoy hablando de funcionarios”, se defendió. “A las ruedas de prensa de los independentistas he tenido que sufrir insultos impunes, no solo yo, sino el jefe del Estado, los jueces y las familias desamparadas de aquellos que van contra sus ideas”, remató Casado. También incorporó en su declaración tuits investigados por los Mossos d’Esquadra en el sumario
