Unas sesenta personas han acompañado a la presidenta suspendida del Parlamento de Cataluña, Laura Borràs, después de hacerse pública la sentencia de cuatro años y medio de prisión, con 13 de inhabilitación. El TSJC también ha pedido un indulto de dos años que le permitiría esquivar la entrada en prisión.
Las decensa de personas han llegado después de acompañarla al TSJC con pancartas de «Todos y todas con la presidenta Laura Borràs» y gritos de «No es justicia, es venganza!». También ha habido gritos de apoyo a Puigdemont, peticiones de dimisión al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y exclamaciones de «Laura Borràs, nuestra presidenta».
La comitiva de Juntos, encabezada por el presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, acompaña Borràs en la declaración institucional sin preguntas. La presidenta de Junts ha llegado acompañada de su marido y la hija. También han llegado los diputado Francesc de Dalmases, Ester Vallès i Aurora Madaula y el expresidente Quim Torra. La dirigente de Junts no ha recibido el apoyo de ninguno otro grupo parlamentario independentista.
La presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Dolors Feliu, ha sido de las primeras en reaccionar y ha acusado al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de utilizar un “tono político muy marcado contra el independentismo” en la sentencia condenatoria contra la presidenta de Junts y presidenta suspendida del Parlamento. “Si el TSJC plantea un indulto a Laura Borràs es que es consciente de la injusticia de la sentencia”, ha dicho en un tuit. Feliu asegura que la “persecución acabará” cuando Cataluña sea independiente.
El Consejo de la República (CdRep) ha denunciado que la sentencia del TSJC constata que “no hay estado de derecho ni justicia cuando quien se sienta en el banco del acusados es independentista”. El consejo ha enviado su apoyo a Borràs y ha asegurado que la “represión no se para”.
