El catedrático de derecho procesal y diputado de Junts por Catalunya Jaume Alonso-Cuevillas ha participado este jueves por la mañana en el curso de derecho de la 55.ª edición de la Universidad Catalana de Verano, en Prada, en el Conflent, la Cataluña Norte. Con el título
Cuevillas, también exdegano del Colegio de la Abogacía de Barcelona, se ha mostrado convencido que por ahora «el poder político no tiene nada de interés a solucionar los problemas de la justicia». Una constatación que todavía se complica más con el poco poder que tiene el «legislativo». A «España hay el derecho del amigo, del enemigo y del amiguito», ha recordado desde el aula 213 del Liceo Charles Renouvier.
Por otro lado, Cuevillas, se ha mostrado satisfecho, a pesar de que sin entusiasmo, por el acuerdo entre Junts y PSOE para hacer una comisión de investigación sobre los atentados del 17 de agosto de 2017: él mismo, una hora antes de hacerse público el trato por la elección de la socialista Francina Armengol como presidenta del Congreso, reclamaba esta comisión. Un caso en el cual, junto con el también letrado Agustí Carles, llevó la defensa de los padres de Javier Martínez, el niño de Rubí asesinado con 4 años por los yihadistas en la Rambla de Barcelona. Cuevillas no ha mostrado mucha confianza en la comisión porque el parlamentarismo español no permite ser eficiente en las investigaciones. Hoy por hoy, el abogado afana en cerrar el caso a los tribunales de España para recurrir a otras jurisdicciones en el ámbito europeo.

Dos motivos para entender la represión del PSOE
La tesis expuesta por Cuevillas incluye la interpretación que «las mayorías reforzadas» para instituciones como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) «permiten controlar el Estado por parte de la derecha». En esta línea, ha defendido la idea que la politización de la cúpula judicatura española es culpa tanto del PP como del PSOE porque la ley ofrece mecanismos para poder facilitar la renovación de un organismo clave para el Estado que hace cinco años que permanece caducado. De hecho, Cuevillas ha explicado su propuesta de reforma legal para permitir las renovaciones desde el Congreso sin tener que hacer ningún cambio normativo trascendente. Un sistema que permitiría escoger sus miembros como se elige la mesa del Congreso, cada diputado, un voto.
A pesar del dominio de la derecha, Cuevillas ha enfatizado que «ha habido más represión cuando manda la izquierda que no la derecha«. Un primer motivo de este fenómeno, para el jurista, es que «la derecha tiene más capacidad de control de los instrumentos del Estado». En cambio, «cuando manda la izquierda, hacen carambolas para ver si puteando los catalanes desestabilizan el gobierno español de la izquierda». Por otro lado, según Cuevillas, «la izquierda tiene un acomplejamiento moral ante el peligro que no osaría hacer según qué para que no sea dicho». Así, ha asegurado que la competencia de tráfico para los Mossos d’Esquadra llegó de la mano de José María Aznar, porque no tenía ningún tipo de problema a dominar los resortes del Estado. De aquí que Cuevillas haya usado la ironía sobre la actualidad política y el peligro de un gobierno de PP y Vox. Para el diputado juntaire y miembro de la ejecutiva del partido, un ejecutivo de la derecha extrema y extrema derecha sería únicamente «más pintoresco».