La decisión de Junts de desmarcarse de la moción de censura para destituir a Sílvia Orriols de la alcaldía de Ripoll sigue generando polémica. El último en pronunciarse al respecto ha sido el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, quien en una entrevista con El Punt Avui publicada este domingo critica el rumbo tomado por la formación y defiende la necesidad de mantener el cordón sanitario a la extrema derecha como estrategia de contención y abordaje ante su auge.

«En las próximas elecciones, una de las víctimas será lo que había sido Convergència, porque alguien de nuestro mundo, del que ahora es Junts, podría pasar a Alianza», ha asegurado Pujol, quien también ha admitido que estuvo considerando la posibilidad de ir a Ripoll hace un año para combatir sobre el terreno el discurso de la líder de Aliança Catalana. «Hay que decir a esta gente que, con políticas y mentalidad etnicistas, Cataluña hoy ya no existiría. La cuestión étnica nos convertiría absolutamente en residuales«, argumenta.

El exlíder de Convergència destaca que él siempre ha tenido «muy presente» la cuestión de la inmigración. «Siempre tuve la idea de la integración y de procurar que se incorporaran. Esto requería una política social, una buena acogida […] Esto requería una política lingüística, social, de urbanismo, etcétera, que poco o mucho se hizo. Lo que sucede es que la inundación es tan grande que nos ha desbordado mucho, mucho», asevera.

Choque de posiciones con Mas

Las declaraciones y el posicionamiento de Pujol contrastan con los de otro expresidente de la Generalitat como Artur Mas, quien hace solo unas semanas defendió que el partido de Carles Puigdemont pudiera “hablar” con Aliança Catalana sin necesidad de tejer alianzas duraderas. «Cortar cualquier tipo de diálogo con la gente de Aliança Catalana sería como si en su momento se hubiera cortado cualquier posible conversación con la CUP, que no se hizo nunca», dijo Mas, en una entrevista con el Diari de Barcelona.

Comparte

Icona de pantalla completa