Dos meses después de iniciar la legislatura, el presidente de la Generalitat Salvador Illa ha recibido a los grupos parlamentarios de la Cámara para valorar sus posiciones políticas. Ya encarando el cierre del curso, y con los presupuestos en mente, el ejecutivo ha podido recibir el sentir del arco parlamentario, con especial atención a los dos partidos que facilitaron la investidura: los Comuns y Esquerra Republicana de Catalunya. Con una presidencia fundamentada sobre un cambio en las políticas de vivienda y la puesta en marcha de la financiación singular, ambas formaciones han exigido al ejecutivo que acelere sus tiempos. «Es necesario que empiecen a pasar cosas», ha advertido la portavoz de ERC, Marta Vilalta. Por su parte, la líder de los Comuns en el hemiciclo, Jéssica Albiach, alerta que Illa «tendrá que ganarse» los votos de los suyos en decisiones clave, como la ley de cuentas. «No lo tiene garantizado», presiona.
Así, Esquerra reclama a la Generalitat «concreciones, un calendario y pasos» para iniciar un proceso que se intuye complejo. Cabe recordar que puntos esenciales del nuevo modelo fiscal catalán -como la cuota de solidaridad- se decidirán en mesas bilaterales con el Estado. Así, la concreción del acuerdo no se conocerá hasta que estas conversaciones no estén más que activas. La misma Vilalta ha dado cuenta: en la comparecencia posterior a la reunión con Illa, la portavoz ha exigido que la comisión de seguimiento del acuerdo se convoque «con celeridad»; ya que es el espacio adecuado para «fiscalizar» la aplicación de las medidas que valieron los votos de la formación amarilla en la sesión de investidura. «Somos vigilantes y exigentes», continuaba la representante de ERC.

Albiach, por su parte, ha incidido en la vivienda como palanca central de la legislatura. Ha sido, de hecho, explícita en la íntima relación entre la supervivencia del ejecutivo y cómo este aborde la crisis residencial: «El éxito o fracaso dependerá de las políticas públicas de vivienda», asegura. En este sentido, pone el foco en las medidas contra la especulación inmobiliaria, así como el fortalecimiento de la mediación para evitar los desahucios. Más allá, ha incidido también en el impulso del cuidado de la salud mental en el sistema público catalán, así como el control del turismo mediante políticas fiscales. Fuera de los acuerdos económicos, Albiach ha incidido en la «urgencia» de aprobar la ley de memoria democrática; así como en enfrentar los crecientes discursos de odio desde las instituciones.
El baremo de los presupuestos
Por ahora, según las declaraciones de los portavoces de ambas formaciones, todavía es pronto para especular sobre un acuerdo para los presupuestos. Albiach, lejos de mantener la tendencia de la investidura, ha alertado a Illa que en ningún caso puede «garantizar» el voto de los suyos a favor de las cuentas. Ha recordado un punto clave: el régimen sancionador de la ley de alquileres, que la consejera de territorio Sílvia Paneque ya ha anunciado que se tramitará mediante la ley de acompañamiento. Más explícita ha sido Vilalta, que ha alertado que las posturas de socialistas y republicanos están «muy lejos» en lo que respecta a la principal ley de la legislatura. Recuerda, sin embargo, que la postura de su partido estará muy marcada por los resultados del congreso del próximo noviembre. Con todo, sostienen que «la pelota está en el tejado» del PSC, especialmente en lo que respecta a acelerar la financiación.