La dirección nacional de ERC ha amenazado con emprender acciones disciplinarias contra tres regidores de Acord Municipal per Ribera d’Ondara (Segarra), la marca blanca del partido en la localidad, después de saberse que negocian una moción de censura contra el PSC con el único representante de Alianza Catalana, el partido de extrema derecha y xenófobo de Sílvia Orriols. El partido ha asegurado que no formarán parte de ningún pacto que incluya a formaciones de extrema derecha y podría acabar con la expulsión del partido de aquellos regidores que sean militantes.
La polémica ha saltado este lunes por la tarde, cuando los regidores de ERC en Ribera d’Ondara han publicado en las redes sociales que están explorando presentar una moción de censura contra el gobierno socialista de Francesc Sabanés, que solo tiene tres de los siete regidores de la localidad. Los republicanos aseguran que Sabanés no tiene en cuenta las propuestas de sus regidores a pesar de gobernar en minoría y consideran que «no puede seguir ni un minuto más con esta mala gestión». La información, avanzada por los medios locales

Gobierno en minoría y pocas alternativas
“Este gobierno en minoría, al cual se ha dado tantas oportunidades, está en tiempos de descuento”, explican desde el grupo de Acord Municipal per Ribera d’Ondara. “Nuestro municipio no puede seguir ni un minuto más con esta mala gestión”. La portavoz local de los republicanos, Elisabet Jové, ha matizado que la moción de censura “no está firmada ni presentada”. Albert Puig, el representante de Aliança Catalana, asegura que quiere convertirse en el nuevo alcalde, mientras que el actual alcalde, Francesc Sabanés, asegura que en su momento planteó un gobierno de unidad entre el PSC, ERC y Aliança Catalana. “Cualquier otra opción responde a intereses de partido o personales”, afirmó.
Desde ERC insisten que no habrá ningún pacto con Alianza Catalana y que, en el supuesto de que los regidores de Ribera d’Ondara decidan tirar adelante, el partido pondrá en marcha los mecanismos internos para depurar responsabilidades. Según los estatutos y la normativa interna de la formación, negociar con partidos de extrema derecha es una “falta muy grave” que puede desembocar en la expulsión del partido.
Lucha de ERC contra la extrema derecha
La crisis de Ribera d’Ondara llega pocos días después de que el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y el portavoz del partido en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, hicieran una proclama contra los riesgos de azuzar el discurso de la extrema derecha. Al día siguiente al acuerdo entre PSOE y Junts sobre inmigración y en plena polémica por unas palabras de Jordi Turull, los dos dirigentes republicanos alertaron del peligro de acercarse a los discursos de la extrema derecha porque se pone en riesgo la cohesión social de Cataluña. El consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, también ha acusado a Junts de sacar el debate de la inmigración para competir electoralmente con Sílvia Orriols y Aliança Catalana, extremo que la formación niega y asegura que nunca se sumarán al discurso de la confrontación de la extrema derecha catalana.