El tercer barómetro del año publicado este mismo lunes por el Centro de Estudios de Opinión (CEO) deja un escenario complicado para Junts per Catalunya. Los de Carles Puigdemont se disputan la tercera fuerza con Aliança Catalana, después de que la formación de extrema derecha se haya disparado hasta los 19-20 escaños. Aun así, la formación juntaire ocuparía la tercera plaza gracias a la intención de voto, que se sitúa entre el 13 y el 15% -ligeramente por encima de la de la extrema derecha catalana. Ante esta situación, el portavoz del partido, Josep Rius, ha querido restar importancia al barómetro del CEO y, en rueda de prensa, se ha mostrado convencido de que «desmentirán las encuestas en las urnas»: «El CEO hace una estimación idéntica a la que se hizo antes de las elecciones catalanas y la desmentimos en las urnas. Desmentiremos las encuestas en las urnas como siempre hemos hecho«, ha exclamado Rius en rueda de prensa.
El portavoz de Junts per Catalunya ha asegurado que las encuestas solo se pueden valorar de acuerdo con su «grado de cumplimiento», pero apunta que los sondeos «nunca se han cumplido». Teniendo en cuenta esta situación, pues, desde el partido que lidera Carles Puigdemont se muestran tranquilos ante los resultados del último barómetro: «Los resultados que se publican nunca son los mismos que los que se expresan en las urnas. Somos un partido que siempre supera las encuestas», ha aseverado Rius en respuesta a las preguntas de los periodistas, ya que no ha hecho referencia a los resultados del CEO durante su primera intervención. Según el barómetro, también, Junts perdería la hegemonía en las circunscripciones de Girona y Lleida, donde Aliança por primera vez se haría con la primera plaza, consiguiendo entre cuatro y cinco puntos porcentuales de votos más que los juntaires. Rius, sin embargo, se ha mostrado convencido de que «desmentirán las encuestas en las urnas».
Fuentes del partido que han analizado el barómetro del CEO denuncian en declaraciones a la Agencia Catalana de Noticias (ACN) varios «sesgos» en la encuesta, como por ejemplo la muestra, que dicen que solo es de 102 personas en Lleida, 141 en Tarragona y 198 en Girona, frente a las 1.509 en Barcelona. En este sentido, las mismas fuentes señalan datos que consideran incongruentes, como un millón y medio de votantes que no votaron en 2024 y que ahora se movilizarían; que hasta 670.000 personas cambiarían su voto, o que «no existen indecisos»: «Ya hace tiempo que hay una ‘operación encuesta’ contra Junts. Una cosa es cocinar y la otra llamar a Glovo para que te traigan lo que quieren», aseguran estas mismas fuentes. Con todo, pues, según explican, el partido estudia varias opciones legislativas, como una proposición de ley para que el CEO pase a depender del Parlamento, y no del Departamento de Presidencia, como hasta ahora.

El impacto del auge de Aliança Catalana
Según los resultados del último barómetro, el auge de Aliança Catalana afecta directamente a Junts per Catalunya. De acuerdo con los datos, la formación de Carles Puigdemont caería en picado respecto al último barómetro hace cuatro meses, cuando se les otorgaban 28-30 escaños y entre el 16 y el 19%. Ahora, en cambio, obtendrían entre 19 y 20 diputados, y un 13-15% de intención de voto. Es decir, entre seis y ocho puntos menos que en las últimas elecciones a la cámara catalana. Junts también perdería la hegemonía en las circunscripciones de Girona y Lleida, donde la extrema derecha catalana se impondría por primera vez. De hecho, según ha concretado el director del CEO, Joan Rodríguez Teruel, en rueda de prensa, el impulso de Aliança en estos territorios contribuiría a poner la formación de Sílvia Orriols a la altura de los juntaires. De hecho, el estudio concluye que un 21% de los votantes juntaires en mayo pasado irían ahora a Aliança, y solo seis de cada diez continuarían dándoles su apoyo.
Durante su intervención, el portavoz del partido ha explicado también que ya han «activado la maquinaria electoral» española con la creación de un comité de campaña, el cual estará encabezado por Albert Batet. Junts pide de nuevo explicaciones al presidente español, Pedro Sánchez, sobre cómo pretende articular el tramo final de mandato, especialmente después de la ruptura del Acuerdo de Bruselas y las relaciones entre juntaire y socialistas. «Sánchez aún no ha explicado cómo aguantará», ha argumentado Josep Rius. En este sentido, el portavoz del partido también ha asegurado que la dimisión del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, condenado por el Tribunal Supremo por revelación de secretos, es una muestra más de la «debilidad» de Pedro Sánchez, el cual considera que cada vez está más «acorralado» por una «justicia politizada».



