«Desde el consejo de administración de CatGlobal consideramos muy grave que se hayan desviado las donaciones hacia un pago que no ha sido aprobado según las normas establecidas durante la auditoría, ni informando a nadie». Esta es la contundencia con la que se expresan Jaume Bernis, Piet VanDen Berg, Pere-Jordi Junqué y Josep Monrabà, los cuatro responsables de la sociedad instrumental CatGlobal, que da cobertura legal y financiera al Consell de la República, en una comunicación enviada al auditor que ha fiscalizado las cuentas de la entidad en el exilio. Una auditoría que ha detectado «posibles irregularidades» en la gestión de su vicepresidente, Toni Comín.
Esta carta, a la que ha tenido acceso El Món, forma parte de un nuevo paquete de documentos que CatGlobal ha enviado al auditor -que se centró solo en la contabilidad de 2023- para que analice también las cuentas de 2022 y 2024, que «por su gravedad, deben tenerse en cuenta al evaluar cómo se están gestionando las sociedades instrumentales del Consell de la República».
Pagar una deuda de 2022 con donaciones nuevas para los agentes detenidos tras el acto del 8 de agosto
En estos informes, enviados durante la auditoría y de nuevo el pasado 15 de octubre, destaca una parte del pago pendiente del acto de conmemoración del Primero de Octubre de 2022, que se elevaba a 28.963,39 euros. Según los administradores, se destinaron fondos que «mayoritariamente eran dinero que la gente había donado para la financiación del acto del retorno y por solidaridad con los mossos d’esquadra», en referencia a los policías catalanes arrestados por, supuestamente, haber ayudado a Carles Puigdemont a volver a salir de Cataluña el pasado 8 de agosto, después del acto en el Arc de Triomf de Barcelona y de comprobar que sería detenido si entraba a la Ciutadella para llegar hasta el Parlamento. Cabe decir que había otra cuenta, que se comunicó a través del círculo del presidente Puigdemont, que también se podían hacer donaciones que iban directamente a los mossos arrestados, porque eran los titulares, precisamente para evitar confusiones.

Saltan las alarmas por el acto del 1-O de hace dos años
La punta del iceberg que detectan los responsables de CatGlobal es el pago de una factura de 68.963,39 euros a la empresa Valtiq, una empresa de organización de eventos, por el acto de conmemoración del Primero de Octubre de 2022. De hecho, es una factura que, según afirman los cuatro miembros de la dirección de CatGlobal que firman la carta, el anterior director gerente del Consell, Sergi Miquel, rechazó. Una deuda que el vicepresidente del Consell de la República y persona que dirigía financieramente la institución, Toni Comín, «introdujo en la contabilidad de 2023 tan pronto como asumió la dirección técnica». Una decisión que consideran que contradecía «los acuerdos tomados en sede del Gobierno del Consell».
Así, se pagaron desde CatGlobal 40.000 euros. «Los pagos se hicieron antes de que supiéramos todo lo que pasaba, cuando aún las reglas de transparencia y control establecidas por el CA de CatGlobal -que se referían en una carta de alerta de junio de 2017- no estaban en vigor». «Una vez estas se instauraron, ya no se hicieron más pagos», remarcan. Y quedó «un remanente de 28.963,39 euros de la factura sin pagar». «El vicepresidente decidió pagar el remanente a través de RepGlobal«, añaden en referencia a la Asociación Cultural de la República Global, con domicilio en Gerri de la Sal (Pallars Sobirà), una nueva entidad que se habría abierto en Cataluña para facilitar un número de cuenta corriente para pagar nóminas y gastos salariales de los trabajadores del Consell, ajena a CatGlobal. Una asociación que despertó las dudas desde el primer momento a los administradores de CatGlobal.

«Maniobras de dudosa ética y legalidad»
Una vez expuesto este pago, los administradores apuntan que «[Comín], para llegar a este punto, tuvo que hacer unas maniobras de dudosa ética y legalidad». «Además no pidió permiso, ni siquiera informó al auditor, los dos otros miembros del grupo de interlocutores del Consell de la República [Toni Castellà y Teresa Vallverdú], ni al Consejo de Administración de CatGlobal». Una actitud que interpretan que «contravino los acuerdos entre las entidades y el acuerdo con el mismo gobierno del Consell de la República». «La primera maniobra fue desviar las donaciones puntuales que CatGlobal recibía en su cuenta hacia la cuenta de RepGlobal, si bien es una entidad con una única finalidad, la contratación de trabajadores y el pago de sus nóminas», aclaran.
Para hacer esto, según denuncian los administradores, cambió el número de cuenta bancaria que constaba en el boletín del Consell de la República con el que se hacen comunicaciones a los afiliados: en lugar de la cuenta de CatGlobal, que era la que se daba históricamente por si los receptores querían hacer donaciones, puso la de RepGlobal. Un detalle que los responsables de CatGlobal inicialmente no consideraron «una urgencia inminente» a denunciar, «porque no llegaban donaciones por esta vía». Ahora, sin embargo, en su informe, califican «de error» no haberlo denunciado, ya que con «el retorno del presidente a Cataluña, el acto del Arc de Triomf, la vuelta al exilio y la posterior campaña para ayudar a los mossos d’esquadra acusados de ayudar al presidente, las donaciones se dispararon».
«En aquel momento, el vicepresidente se dio cuenta de que habían entrado suficientes fondos a la cuenta de RepGlobal para pagar el remanente a Valtiq y aprovechó la oportunidad para hacer los pagos inmediatamente». Según el relato de los administradores, Comín remitió una «nota de crédito a CatGlobal y una factura a RepGlobal por los 28.963,39 euros restantes». A pesar de las advertencias de Castellà, Vallverdú y Monrabà, se abonó la factura.

Desvío «ignominioso» de fondos
En conclusión, en la misiva los administradores alertan que el pago de los 68.963,39 euros había sido «oportunista», y más cuando había sido denegado por la anterior dirección alegando que este importe debía liquidarse con subvenciones y donaciones de empresas. «El dinero para pagar esta factura proviene todo de donaciones», recalcan. «Los últimos 28.963,39 euros [correspondientes al último pago hecho desde RepGlobal] mayoritariamente son dinero que la gente ha donado para la financiación del acto del retorno y por solidaridad con los mossos d’esquadra», reprochan. Así, tildan el desvío de las donaciones de «ignominioso» y más después de la «represión furiosa» contra los policías.
Pero, más allá de esta disposición, los responsables de CatGlobal resaltan que «las donaciones lógicamente han caído en picado y RepGlobal actualmente ya no tiene fondos para poder hacer frente al pago de los salarios ni de los gastos asociados a estos». En esta línea, acusan que «se han vulnerado los acuerdos» que se habían establecido durante la auditoría y que, «desafortunadamente», en relación a la carta del 17 de junio, la «confianza» hacia Comín había quedado «comprometida» otra vez.