La no aprobación este pasado martes, por segunda semana consecutiva, del real decreto ley que debe blindar el embargo de armas a Israel y prohibir la compraventa de armas ha evidenciado la pugna que mantienen PSOE y Sumar. Los socios de coalición del gobierno español compiten por capitalizar la cuestión políticamente, y también electoralmente, desde que Pedro Sánchez anunció un paquete de nueve medidas como castigo al país hebreo por el “genocidio” en Gaza. Una situación que, además, se produce en pleno viaje de la Flotilla de Gaza, con Ada Colau en la expedición, y tras el fracaso que sufrió la formación de Yolanda Díaz con la ley para la reducción de la jornada laboral, propuesta estrella de la vicepresidenta española. Politólogos consultados por El Món consideran que estos movimientos y las tensiones que hay entre el PSOE y Sumar ponen de manifiesto que se acercan las elecciones y también la necesidad de los partidos de marcar perfil propio dentro del ejecutivo cuando ya se ha superado el ecuador de la legislatura.

Andreu Paneque, doctor en Ciencias Políticas y profesor en la UOC, considera que las tensiones entre los dos socios corresponden a “las lógicas de poder-contrapoder que pueda haber dentro del ejecutivo”. Es decir, “marcar perfil” de cara a la opinión pública, pero también “mostrar un poco los dientes” dentro del ejecutivo para hacerse respetar. Y esto, según él, vale tanto para Sumar como para el PSOE, y expone que es “comprensible” que haya posicionamientos y algunos roces en este sentido. Con todo, deja claro que “no se debe olvidar que nos estamos acercando a años electorales”, y atribuye estas tensiones a la “campaña permanente” que existe en los partidos. En este sentido, el profesor de ciencia política de la UB Jesús Palomar, que también remarca que se acercan elecciones, considera que “más que una crisis entre los dos partidos, hay la necesidad de empezar a sacar partido de la obra de gobierno”. “Especialmente, el PSOE, porque, si no, la próxima legislatura no gobernarán o tienen pocas probabilidades de gobernar”, subraya, y cree que Sumar lo que está intentando con la presión es “reforzar” su posicionamiento.

De hecho, Toni Rodon, doctor europeo en ciencias políticas, profesor en la UPF e investigador en la London School of Economics, destaca que el PSOE siempre ha sido “más bien pro statu quo”, pero ahora está ”más alineado últimamente con Sumar, y con el mundo de las izquierdas, de lo que había estado tradicionalmente”. Medidas como la del embargo de armas, no participar en Eurovisión si no se expulsa a Israel o pedir la retirada de Israel de las competiciones deportivas responden a una estrategia que, “aunque no crean en la causa, han detectado que era una buena oportunidad para marcar perfil sin perder votos o que no se produzca un desgaste”. “El PSOE y Sumar habían tenido más choques con este tema, pero actualmente parece que están más alineados de lo que parece, sobre todo de cara a Pedro Sánchez”, expone.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, saluda al diputado de Sumar Gerardo Pisarello en el Congreso / Europa Press

Sumar quiere salvar los muebles y Sánchez va a remolque

Por otro lado, Andreu Paneque considera que Sánchez va a remolque de Sumar en el conflicto con Israel, pero señala que no se puede pasar por alto que el líder del PSOE ”sabe que, en un momento en que su tendencia electoral no es muy buena, debe agarrarse a algunos temas que le den popularidad en determinados sectores“. “Y creo que, lamentablemente, porque estamos hablando de vidas humanas, Palestina, en este caso, da una cierta visión positiva en determinados sectores de la sociedad española”, sentencia. Es decir, considera que Sánchez utiliza el pulso con Israel como un arma electoral, pero también señala que “desde la derecha se les ha empujado a hacerlo”.

“De la misma manera que el PSOE tiene una necesidad de marcar territorio, Sumar tiene también esta necesidad de apretar en esta cuestión en la que sabe que puede sacar mucho más rendimiento que el PSOE de cara a su electorado”, señala Palomar, y añade que Sánchez ha propuesto esta semana, “un poco forzado”, que Israel no debería participar en competiciones internacionales deportivas cuando lo podría haber hecho “hace dos semanas”. “Todo esto seguramente es un poco el elemento de fuerza que tiene Sumar, pero mucho de cara a su propio electorado, que son su carta para poder gobernar y justificar un gobierno o coalición con el PSOE”. Además de afirmar que Sánchez “va a remolque” de Sumar en este asunto, Rodon expone que hay una lectura estratégica porque por mucho que el PSOE pueda subir en las encuestas del CIS “nada nos hace pensar que no necesitará a Sumar, Podemos o el mundo de izquierdas”, para gobernar. Es por esta razón, que, de una manera u otra, “da alas” a los socios.

La líder de Sumar, Yolanda Díaz, durante un paseo electoral por el 9J en la Plaza de las Pasiegas, el 6 de junio de 2024 en Granada / EP

No prevén una salida de Sumar del ejecutivo, pero no se descarta la estrategia Collboni

Los expertos consideran que es contradictorio que Sumar forme parte de un gobierno que critican, pero al mismo tiempo lo usan para hacerse propaganda y diferenciarse del PSOE e intentar recuperar un mínimo de prestigio. Esto lo atribuyen a la “lógica parlamentaria” española en la cual Sumar y PSOE son rivales en las urnas y compiten por un electorado concreto. Sin embargo, los politólogos no creen que esto y las tensiones que hay entre los socios por el conflicto Israel-Palestina terminen con la salida de la formación de Díaz del ejecutivo. “No veo que los conflictos sobre Gaza puedan poner en peligro ninguno de los pactos o alianzas que se han hecho hasta ahora en la legislatura”, subraya Paneque. Por su parte, Jesús Palomar no prevé que Sumar salga del gobierno cuando se aproximen las elecciones. “Sería poco comprensible y muy incoherente hacerlo”, expone, sobre todo si después de las elecciones se debe reeditar la coalición de gobierno. “No sería normal que saliéramos para volver a entrar”, sentencia.

En cambio, Andreu Paneque no descarta que desde la formación de Yolanda Díaz se adopte una estrategia similar a la que hizo el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, cuando era teniente de alcaldía de Colau y abandonó el gobierno municipal antes de las elecciones. “Salió él solo para tener las manos libres y poder decir lo que quisiera”, remarca, y añade que “Sumar podría tener alguna estrategia similar”. Por el contrario, Toni Rodon ve “poco probable” esta última por dos motivos. El primero, según dice, es que estar en el gobierno de España, “aunque caigas en contradicciones, te da mucha visibilidad” y tiene el altavoz de las ruedas de prensa posterior al Consejo de Ministros. “Si vas a la oposición, esto no lo puedes hacer”, añade como segundo motivo, ya que la oposición está “tan fragmentada que no te garantiza tener más voz.”

Comparte

Icona de pantalla completa