Más presión para Pedro Sánchez, que cada día que pasa ve cómo se le complican más y más las negociaciones para los presupuestos de 2025. Después del toque de atención de Junts y ERC, que han criticado el poco entusiasmo negociador de la Moncloa, ahora es Podemos quien se desmarca con exigencias muy duras para hablar de las cuentas del próximo año. Aunque el gobierno español se esfuerza en restarle importancia, un segundo año consecutivo sin presupuestos —los actuales están prorrogados de 2023— sería un golpe muy duro para la agenda legislativa de Sánchez y evidenciaría la fragilidad parlamentaria en la que vive instalado el PSOE desde el inicio de la legislatura, que ya acumula medio centenar de derrotas.

La militancia de Podemos ha ampliado por amplia mayoría que la formación morada condicione su apoyo a los presupuestos generales del Estado a la bajada por ley del precio del alquiler en al menos un 40% y la ruptura de relaciones con Israel. En concreto, el 89% de los más de 38.300 afiliados que tiene Podemos han votado a favor de presionar al gobierno español con dos condiciones que en otro momento también podrían haber tenido el apoyo de Sumar. El 2,1% de los inscritos se ha abstenido y el 8% ha votado en contra, según han informado los portavoces de la formación, Pablo Fernández y María Teresa Pérez.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante el pleno del Congreso / Europa Press

Fuentes de la Moncloa ya se han apresurado a decir que consideran “inviables” las demandas de Podemos y consideran que es una estrategia de la formación morada para tener cierto “protagonismo político”. Consideran que, con estas exigencias, Podemos solo demuestra que considera que no habrá presupuestos, ya que bajar los alquileres no se puede hacer desde las competencias del estado. Las mismas fuentes confían en que finalmente impere el sentido común y que, llegado el caso de que haya acuerdo con el resto de socios parlamentarios, Podemos no querrá ser la única formación que se desmarque.

Podemos amenaza con presionar como Junts

Fuentes de Podemos aseguran que la consulta refuerza la postura de la dirección del partido de cara a las negociaciones con el gobierno español y que no piensan dar su brazo a torcer porque el mandato de la militancia es claro. Consideran que ya dieron su apoyo a cambio de nada para investir a Pedro Sánchez y que el presidente español no ha desplegado ningún avance social notable desde entonces. 

Los cuatro diputados de Podemos en el Grupo Mixto son tan decisivos como los de Junts, ya que Sánchez necesita a todos y cada uno de los siete partidos con los que pactó la investidura —Sumar, Podemos, ERC, Junts, Bildu, PNV y BNG— para sacar adelante cualquier iniciativa en el Congreso. De hecho, en la formación morada consideran que deben seguir el ejemplo del partido de Carles Puigdemont, que ha obligado al PSOE a moverse con muchas reformas legales gracias a la persistencia y la capacidad de hacer valer sus votos.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ya explicó hace unos días que lo mínimo que se puede exigir al gobierno español, que ha hecho un “giro a la derecha”, es romper relaciones diplomáticas y comerciales con Israel por el “genocidio” del pueblo palestino e imponer un embargo en la compraventa de armas. En cuanto a la vivienda, la formación morada quiere una rebaja del 40% en el precio del alquiler de todos los contratos que deban renovarse o prorrogarse y que, en las viviendas de obra nueva, el precio sea el 60% de lo que fija el sistema estatal de referencia. La medida se aplicaría en ciudades de más de 200.000 habitantes que hayan sufrido un incremento del alquiler por encima del 35%.

Comparte

Icona de pantalla completa