Malestar en Junts y ERC por la actitud pasiva de la Moncloa en las negociaciones de los presupuestos españoles. Esta mañana, mientras el PP y Vox se preparaban en los pasillos del Congreso para desgastar al gobierno español con una batería de preguntas sobre corrupción, los partidos independentistas enviaban señales de alerta a Pedro Sánchez, que necesita los votos de Junts y ERC para aprobar unas cuentas que pueden marcar el futuro de la legislatura. Con los presupuestos de 2023 prorrogados y una cuarentena de derrotas parlamentarias, el gobierno de Sánchez es más frágil que nunca, pero a juicio de los independentistas no se está esforzando lo suficiente para buscar los apoyos que le faltan.
El primero en disparar ha sido el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, que al llegar al Congreso ha advertido que las conversaciones con el gobierno español para aprobar los objetivos de déficit “van mal” y se ha quejado de que el equipo negociador de la Moncloa les llama “poco”. El diputado republicano ha lamentado que el ejecutivo español continúe priorizando las negociaciones con Junts mientras ignora a los socios que, como ERC, han sostenido al gobierno de Sánchez en los últimos años. “La verdad es que sí [que llaman más a Junts]. Es extraño. ¿O no?”, ha lanzado. Los republicanos están enfadados con el gobierno español porque a finales de septiembre aplazó la votación de los objetivos de déficit —un trámite importante, aunque no imprescindible, para aprobar los presupuestos— para darse más tiempo para negociar con Junts.
Ya dentro del hemiciclo, el diputado de Junts Josep Maria Cruset ha advertido que no aprobarán los presupuestos españoles si no hay un cambio de actitud. “La semana pasada afirmaba con contundencia que este país tendrá presupuesto, pero ¿con quién los está negociando? Negociar siempre es bueno, pero si no tienen mayoría, es necesario”, ha exclamado. Los de Carles Puigdemont reclaman que la Moncloa termine con el “castigo presupuestario” que sufre Cataluña año tras año. “Por más cortinas de humo que esparzan, sabe que mientras no reconozca y actúe contra el castigo presupuestario a Cataluña con nosotros no podrá contar y sin nuestros siete votos no hay presupuestos”.

Reproches a Montero por mezclar opiniones y datos confusos
Cruset ha recriminado a la vicepresidenta primera del gobierno español y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que los socialistas siempre intenten “mezclar opiniones con datos de dudosa reputación” para minimizar el agravio comparativo que sufre Cataluña. El diputado de Junts ha criticado que, a pesar de que las estadísticas que pregona el gobierno español —que suman las transferencias corrientes—, la inversión en Cataluña fue superior a la de Madrid en el año 2023, la inversión por habitante se situaba en 130 euros en Cataluña, mientras que en Madrid subía hasta los 373 euros por persona.
“Camuflar esta injusticia añadiendo las transferencias que por ley debe hacer a los ayuntamientos y a la Generalitat es trampa”, le ha lanzado. “Y es trampa porque en Cataluña hay un millón de personas más y frente a los 170 ayuntamientos de Madrid, nosotros tenemos 950”. Por su parte, Montero ha manifestado que la voluntad del ejecutivo de Sánchez es “ponerse de acuerdo con el conjunto de grupos políticos” y ha confiado en que la “utilidad de los votos de Junts permitirán avances en Cataluña”. La ministra ha aprovechado para señalar que la inversión en Cataluña en los últimos presupuestos de Sánchez se situó en 2.276 millones de euros, un 73% más que con Mariano Rajoy. Con todo, Montero ha tenido que reconocer que el grado de ejecución en los últimos años no ha superado el 65% y se ha comprometido a “mejorar”.