La celebración de un acto que ha unido cinco presidentes de la Generalitat a Sant Miquel de Cuixà, en la Cataluña Norte, ha sacado de tino la caverna mediática española más conservadora. El diario ‘Abc’ ha señalado Montilla para participar en el encuentro que ha reunido el presidente al exilio Carles Puigdemont, el vigente presidente de la Generalitat Pere Aragonès, y el expresidente Quim Torra, tres de los grandes referentes del movimiento independentista catalán de los últimos años, en el marco de la Universidad Catalana de Verano (UCE), en su 55.ª edición.
De hecho, el medio español, como es habitual, ha querido centrar toda su atención en las causas judiciales de los presidentes para calificar el encuentro más bien de reunión de criminales que de políticos: «Difícil reunir más problemas con la Justicia en una sola foto y con tan poca gente. Solo faltó Artur Mas, que lo hubiera rematado con su condena por la consulta ilegal de 2014», sentencian. Siguiendo en esta línea, el rechazo por la imagen de unidad política catalana que se presenció este pasado lunes se ha convertido en la fotografía de portada del mismo medio español, acompañado de una sola frase: «El legado de la Generalitat: un condenado, un procesado y un prófugo».

Durante el encuentro se habló varias veces sobre la amnistía, uno de los pilares de las negociaciones del independentismo con el presidenciable socialista Pedro Sánchez para definir el futuro de la Moncloa. Desde el medio español critican que Junts haya propuesto que Laura Borràs entre dentro del paquete de amnistía y, sin ir más lejos, comparan a Borràs con Jordi Pujol, también presente al encuentro de la UCE.
Silbatos a Montilla
Del mismo modo que a la caverna mediática española no han recibido bien que Montilla participara del encuentro, ayer se vivió un momento de tensión ambiental a la iglesia del monasterio de Sant Miquel de Cuixà. Después de un discurso sobre la preservación de la identidad de Jordi Pujol, muy aplaudido, fue el turno del presidente Montilla, que optó para defender “la España fraternal” y se llevó un sonoro silbido.