Lleida, capital del Segrià. Territorio conquistado por el PSC a las pasadas elecciones municipales después de cuatro años con un Paer de ERC. Ha sido el escenario escogido por el segundo día de campaña de Salvador Illa como presidente en la Generalitat de los socialistas por el próximo 12 de mayo. Un día bastante especial y con cierto optimismo contenido, con el estilo Illa, por los agüeros que les otorgan las encuestas y el efecto que la maquinaria socialista está notando por la decisión del presidente español Pedro Sánchez de dejar en suspenso sus obligaciones mientras decide si dimite o no.
Al segundo mitin de campaña, el PSC ha ido fuerte y ha contado con uno de los mesías de la nueva etapa socialista, el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero que ya visitó la ciudad en la campaña de las elecciones locales. Un hombre absolutamente aclamado por el público que llenaba esta tarde la sala Martina Castells de la Llotja de Lleida. Ha entrado con Illa al sonido de la canción It’s Time, de Imagine Dragons, y enseguida, la parroquia se ha levantado de las sillas para aplaudirlo. Todo en un marco de compás de espera del comité federal que mañana celebrará el PSOE y la movilización general de la militancia para apoyar a Sánchez antes de que tome una decisión. Zapatero ha sido contundente, y con una oratoria calculadíssima y agradecida, y después de admitir que «va muy suelto», ha pedido movilización y ha rogado a Sánchez que continúe. «Tienes que seguir», le ha sentenciado.
El acto ha servido para dejar entrever que el PSC está «motivado». Y sobre todo, con cierta esperanza por la prospectiva de menear un electorado que si bien se moviliza para las elecciones españolas hacía el remolón a las elecciones en el Parlamento, o que solo se animó a votar formaciones desacomplexadament españolistas como Ciutadans. A Isla lo han precedido, además de Zapatero, el Paer en jefe, Félix La Rosa, o el jefe de filas del PSC por el 12 de mayo, Òscar Ordeig o la suya número dos, Judit Alcalà,. Entre el público, el histórico exalcalde de Lleida y exambaixador de España en Andorra, Àngel Ros, o el expresidente de Aragón, Marcel·li Iglesies, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares o el líder de Units per Avançar, Ramon Espadaler.
Zapatero, la estrella
El expresidente del gobierno español se ha ensartado a la tribuna. «Voy donde mandan!», ha advertido. Se ha puesto en el papel del socialista bueno, audaz y un punto gracioso. Con un estilo de Club de la Comedia, pero con suficiente conocimiento para ponderar la ironía, Zapatero se ha puesto el público al bolsillo con frases simples, muy entonadas y con una gestualidad que acompañaba el mensaje con sincronía. El exlíder del PSOE ha cargado fuerte contra la derecha y ha ordenado «creer en la democracia del respeto, que es la que se impone al odio y la ira». «La derecha que siempre ha hablado de la familia… mira qué hacen con la familia de Pedro Sánchez», ha ejemplificado. «Nos movilizaremos sin cesar, ante el odio, defiende de las instituciones de la democracia parlamentaria no aceptaremos la hipocresía intolerable de la derecha», ha añadido. «Se piensan que el país es suyo y la calle es suya, y el país es de todos y la calle es de todos», ha expresado.
Después de alabar Cataluña y a Salvador Illa como candidato -que ha calificado de «centrocampista espectacular»- ha aprovechado para dirigirse al ministro de Exteriores y felicitarlo por el hecho que el gobierno socialista haya reconocido el Estado palestino. Así ha espoleado a la militancia, simpatizantes y votantes que se movilicen este sábado ante la sede del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid, para mostrar el apoyo a Sánchez para que continúe y hacer frente a la derecha que «durante siglos ha tenido el poder por cualquier de las maneras». «Qué suerte ha tenido el PSC con Salvador Isla porque para ser un buen gobernante tiene que ser buena persona», ha concluido.
