Laura Vilagrà repetirá como número 2 de ERC en las listas de ERC para las elecciones al Parlamento del próximo 12 de mayo, según ha avanzado la Agencia Catalana de Noticias. Fuentes del gobierno catalán y del partido han confirmado que la actual vicepresidenta de la Generalitat volverá a hacer tándem con Pere Aragonès en la candidatura por Barcelona, tal como pasó a las elecciones de 2021.
Vilagrà ha asegurado que es un “honor y un privilegio” poder repetir ticket electoral con Aragonés, a quien ha alabado porque tiene “el país en la cabeza” y es quien “lidera con más fuerza la transformación desde el gobierno”. Según ERC, Aragonés ha elegido a Vilagrà porque ha demostrado una «gran capacidad de negociación y siempre ha puesto por delante el proyecto colectivo y ha defendido a Cataluña y a su gente en todas y cada una de sus actuaciones».

Los republicanos han elegido a la portavoz y secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, como cabeza de lista por Lleida, mientras que Raquel Sans, también portavoz del partido, encabezará la lista por Tarragona. La delegada territorial de la Generalitat en Girona, Laia Cañigueral, liderará la candidatura republicana por Girona. Vilalta y Sans repiten, mientras que Cañigueral se presenta por primera vez.
Aragonés, candidato desde enero
El Consejo Nacional de ERC ya anunció la candidatura de Pere Aragonès a la presidencia de la Generalitat el pasado 20 de enero, dos meses antes de que convocara el adelanto electoral. La decisión de los republicanos fue muy criticada por sus rivales, puesto que consideraban que Aragonés podría confundir su cargo de presidente con el de candidato.
Una vez se convocaron elecciones, las críticas de la oposición se multiplicaron, más cuando Aragonés había remodelado poco antes su gobierno para hacer dos cambios muy concretos: ascender a Laura Vilagrà a vicepresidenta y colocar a Sergi Sabrià —hasta entonces director de la oficina de Aragonés— como viceconseller de Estrategia y Comunicación.
ERC, entre el mientras tanto y el efecto Puigdemont
ERC encara la campaña electoral del 12-M con un gran dilema: centrar su discurso en los aspectos más tangibles de su gestión al frente de la Generalitat, como puede ser el traspaso de Rodalies o las negociaciones para un nuevo sistema de financiación, o entrar al juego de Junts y la épica de Carles Puigdemont, que intenta liderar una plataforma que vaya más allá del partido para recuperar el espíritu del 1-O.