El expresidente de la Generalitat Quim Torra ha hecho una publicación este miércoles por la tarde respondiendo en las declaraciones de la secretaría general de Esquerra Republicana (ERC), Marta Rovira, de esta mañana. La republicana ha asegurado que hay que apostar por la reanudación del diálogo entre gobiernos por “avanzar hacia el referéndum y la amnistía”, pero también “hablar del día a día que afecta sociedad catalana”, que se concreta en dos pedidas muy concretas: el traspaso de Cercanías y el fin del déficit fiscal. Ahora bien, estas declaraciones no han tenido un buen recibimiento por el expresidente, quien se ha mostrado muy categórico y contundente con Rovira.
Torra ha cargado contra la secretaría general del partido republicano y ha dicho que confía que «esta vez» se pacte «amnistía y autodeterminación», y que sea un pacto que se cumple. Así lo ha asegurado, puesto que considera que ERC falló a su palabra y no aceptó estas condiciones cuando «permitieron la investidura de Pedro Sánchez» hace cuatro años. De hecho, es por eso que recuerda que Laura Borràs votó que no a la investidura en aquel momento.
Con estos reproches el expresidente del ejecutivo catalán pandilla algo más la tensión entre Juntos y ERC, dos formaciones independentistas que han decidido crear un frente común para negociar la gobernabilidad española a Madrid. De hecho, en este sentido, Rovira ha declarado esta mañana que el PSOE se equivocará si mujer por hecho que solo tendrá que negociar con Juntos para asegurarse la investidura. “Nadie puede dar por sentados los votos de ERC”, ha dicho. “No son siete votos, sino catorce”, insistiendo.
Una nueva carta en juego
Esta mañana el TSJC ha clavado un nuevo puntapié en la escuela catalana, puesto que ha emitido una sentencia obligando una escuela de Girona, de la cual no ha transcendido el nombre, a hacer más clases en castellano. Fruto de estos hechos, el presidente al exilio, Carles Puigdemont, ha hecho una piada criticando que España ataque el catalán en las aulas y después pida «cheques en blanco», ironizando con este concepto: «“Van deconstruyendo consensos sociales y políticos por mero supremacismo lingüístico, y todavía piden que los continúen extendiendo cheques en blanco porque “hay que parar la derecha”.
