A menos de 10 días de las elecciones estatales del 23-J, cada vez está más claro que la mayoría absoluta de la derecha se jugará en un puñado de escaños. Las últimas encuestas certifican que el bloque PSOE-Sumar está estancado y solo el PP parece tener un rumbo claro. Los populares, que desde el cara a cara entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez están disparados en los sondeos, podrían llegar a obtener entre 145 y 150 diputados, según las encuestas, mientras que Vox rondaría los 30 diputados, suficientes para llegar a la mayoría absoluta.
Por su parte, el bloque de la izquierda está desconcertado y abatido. La acción del gobierno PSOE-Unidas Podemos de la pasada legislatura no solo no se traduce en una mejora de los resultados electorales, sino que tendrán trabajo para mantenerlos. Ahora mismo, el PSOE está alrededor de los 105-110 escaños, mientras que Sumar igualaría los resultados de UP y obtendría alrededor de 35. Esto hace que, si finalmente la derecha no llega a la mayoría, Sánchez dependería de los tres partidos independentistas catalanes para salir reelegido.
16 escaños que valen una mayoría absoluta
Según la encuesta de Sigma Dos para El Mundo –hecha a casi 8.700 personas entre el 8 y el 14 julio– hay 26 escaños en disputa por menos de 4.000 votos, de los cuales 16 se juegan directamente entre los bloques de izquierda y derecha. En la Coruña, Guipúzcoa, Huesca, La Rioja y Murcia el PP y el PSOE se juegan un diputado, mientras que en Burgos, Castellón, Almería, Albacete, Ciudad Real y Huelva son Vox y los socialistas quienes se lo disputan. En Lugo, Málaga y Gran Canaria, Sumar se los juega con el PP y en Valencia los de Yolanda Díaz disputarán otro escaño a Vox.

Sánchez no tira la toalla
El presidente español, Pedro Sánchez, se resiste a dar la batalla por perdida. En una entrevista en RNE, el dirigente socialista ha asegurado que está “convencido” que el PSOE será la “primera fuerza” el 23-J. De momento ninguna encuesta apunta a esta posibilidad, excepto el CIS, que siempre cocina las encuestas con un claro sesgo socialista. El PSOE ha cambiado la estrategia de campaña y ahora centra sus esfuerzos en los escaños clave.
Sánchez ha reconocido que tendrá que gobernar con Yolanda Díaz, pero todavía se resiste a hablar de pactos con el resto de partidos, en especial los independentistas. «Los ciudadanos tienen que ser conscientes que tienen dos opciones de gobierno: uno del PSOE con el partido de Yolanda Díaz, o uno de Feijóo con Abascal”, ha dicho. En sus últimas intervenciones, el presidente español ha renegado de ERC y Bildu, que la pasada legislatura le aprobaron muchas leyes, para frenar la fuga de votos hacia el PP.