El 17 de agosto se constituyen las Cortes españolas. Es decir, los diputados y senadores celebrarán sesiones plenarias con sus nuevos integrantes salidos de las elecciones el 23 de julio y se elegirá la mesa del Congreso. Una vez constituida, las formaciones tendrán cinco días para constituir los grupos parlamentarios y esta será la primera prueba de fuego para ver como pueden ir las negociaciones entre PSOE y Junts. A estas alturas, Esquerra y Junts no tienen garantizado un grupo propio y con los resultados en la mano irían directas a formar parte del grupo mixto. Aun así, los socialistas, que tienen que negociar con ERC y Junts una hipotética investidura de Pedro Sánchez, podrían facilitarlo y buscar fórmulas para que las dos formaciones independentistas no tuvieran que acabar en el grupo mixto y tener todos los derechos que comporta tener un grupo propio. Un gesto que está vinculado con el hecho de que los socialistas puedan mantener la presidencia del Congreso.
De acuerdo con aquello que especifica el reglamento del Congreso, para que los diputados puedan constituir un grupo parlamentario propio se tienen que reunir algunos requisitos que no cumplen Esquerra Republicana y Junts. La primera cifra clave que no logra ninguno de las dos formaciones independentistas es la que abre la puerta a formar grupo propio de forma directa. Con un mínimo de 15 diputados tienes grupo propio, pero Esquerra y Junts tienen solo siete cada uno.
En este caso, Esquerra Republicana y Junts per Catalunya podrían unirse y añadir el diputado del BNG —que de retrueque también evitaría la situación—. Esta sería una propuesta similar a la trasladada por Laura Borràs a ERC en una entrevista en TV3, a pesar de que, según algunas fuentes, esta no es una opción para Junts y ni siquiera se ha tratado en la ejecutiva del partido. Además, este acuerdo no conviene a ninguna de las dos fuerzas porque implicaría que las dos formaciones independentistas en Madrid se tendrían que repartir el protagonismo y los recursos económicos.
El reglamento, sin embargo, también contempla dos opciones más: obtener un mínimo de cinco diputados y el 15% de los votos en todas las circunscripciones en que se hayan presentado. Aquí las formaciones independentistas cumplen el primer requisito, pero no el segundo. Por ejemplo, ERC obtuvo el 12,33% en Barcelona, el 15,07% en Tarragona, el 14,74% en Girona y el 18,62% en Lleida. Junts, por su parte, obtuvo el 9,68% en Barcelona, el 11,08% en Tarragona, el 19,60% a Girona y el 18,04% en Lleida. Esta opción también sería válida si obtienes el 5% de los votos en todo el Estado, que no es el caso.
La fórmula del «diputado prestado»
La cesión temporal de diputados hasta que se cumpla el mínimo requerido en cualquier de los casos no está contemplada, pero está permitida. Esta figura consiste en el hecho que un partido presta a otro los diputados de una candidatura, y, por lo tanto, también los votos asociados, en el momento de la constitución del grupo, de forma que en conjunto logra el requisito del 15%. Es decir, que el PSOE o el PNB, por ejemplo, cedieran a Junts un diputado, y los votos obtenidos por este parlamentario, y así llegar al 15%, para poder formar el grupo propio. Esquerra, por su parte, podría usar la misma estrategia y contar con un escaño de EH Bildu, con quien han ido en coalición en el Senado, para poder tener grupo propio. Una vez constituido el grupo, los diputados prestados volverán al grupo parlamentario de su formación.
Eso sí, hace falta no olvidar que la Mesa del Congreso tiene la potestad de permitir o no la formación de grupos parlamentarios, con lo cual, si permiten que el PSOE mantenga la presidencia del Congreso, podría dar luz verde a los grupos de ERC y Junts, a pesar de que no lleguen a los mínimos exigidos, como ya pasó en 2011 con UPyD.

El precedente de Convergència
El año 2016 la Mesa del Congreso debatió sobre si Convergència, posteriormente PDeCAT, debía tener o no tener grupo parlamentario propio en la cámara española. Entonces, excepto Ciudadanos, que rechazó con contundencia que CDC tuviera que tener grupo propio, el PP, el PSOE y Podemos se abstuvieron. Finalmente, CDC no conseguía grupo propio y perdió los derechos que otorgan tenerlo.
Las ventajas de tener un grupo propio
Tener grupo propio en el Congreso supone grandes ventajas políticas, económicas y de medios para las formaciones. Quien lo constituye tiene garantizada su representación en todas las comisiones parlamentarias, en la Diputación Permanente y voz propia en la Junta de Portavoces y capacidad para intervenir en todos los debates en igualdad de condiciones.
Por otro lado, tener grupo propio posibilita entrar en la rueda de preguntas e interpelaciones al gobierno español, esto como ventajas a la hora de incluir sus proposiciones no de ley en los plenos. En cambio, los diputados del Grupo Mixto tienen que repartirse los tiempos de intervención y los asientos en las comisiones y se tiene que distribuir el resto de derechos a partes iguales entre sus integrantes.