¿Qué opina Pedro García Aguado de ‘Supervivientes’?: «Era una cárcel»

Pedro García Aguado ha ganado Supervivientes y, desde entonces, está concediendo una entrevista tras otra para hablar de su paso por el concurso. Telecinco ha vuelto a colocarlo en primera línea mediática gracias a un reality el que ha tenido mucho apoyo de la audiencia, aunque él no era el favorito ni mucho menos. El presentador y coach ha lamentado que la experiencia haya sido muy dura en una intervención en EsRadio. Aquí, ha llegado a confesar que se ha sentido «en una cárcel» mientras concursaba.

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Su paso por Honduras no ha sido fácil, como tampoco el del resto de sus compañeros. Allí viven en unas condiciones difíciles porque no tienen cama ni cocina y tampoco les dan de comer, se lo tienen que buscar a través de la pesca o la recolección de frutas. Las pruebas físicas a las que los han sometido para ganar los premios también han sido muy exigentes, así que el cúmulo de sacrificio ha estado alto. ¿Qué opina Aguado de todo?

Uno de los aspectos que más le ha costado han sido los cambios de localización. El programa intenta que el telespectador esté entretenido y que la emisión no caiga en rutinaria, aunque esto vuelva locos los famosos que participan. Una de las playas donde los dejaron, acabó siendo el escenario más odiado del ganador: «Nos llevaron en una playa que era una cárcel de máxima seguridad. Era una playa de 23 metros largo, solo, y yo me preguntaba a quién se le ocurrían estas maldades».

¿Creía Pedro García Aguado que ganaría Supervivientes?

Hubo un punto en el que creía que tendría que abandonar: «Te van cambiando de lugar para que te adaptes y no te acomodes. Pensé que no lo superaría«. De hecho, dice que llegó a tener pensamientos muy desagradables a lo largo de su paso por el programa. Lo que tiene claro es que pasar desapercibido le ha ayudado a llevarse el premio, ya que los favoritos acostumbran a recibir menos votos al final. Él no confiaba, deja caer.

Pedro García Aguado se pone la medalla de haber resistido en un concurso «tan duro» con 55 años, hambre, debilidad y sin saber pescar en un principio. De hecho, califica sus inicios como concursante como «traumáticos». También reconoce que no ha tenido buena actitud en muchas ocasiones, sobre todo cuando se discutía con los rivales: «Un Pedro monstruito que decía cosas desde la rabia que no me gustaban». Ahora se encuentra con algunas secuelas, sobre todo en el aparato digestivo. Dice que no puede evitar comer muchísimo y que, de hecho, ha tenido que comprar cocos porque se acostumbró a comerlos para almorzar y ahora no sabe ingerir otra cosa por las mañanas.