La maldición de La familia de la tele continúa. El nuevo magazín de tardes de la televisión pública española es el protagonista de una guerra abierta en RTVE. Después de dos cancelaciones y una inauguración pasada por agua y marcada por las críticas de la audiencia, la nueva familia televisiva sigue encontrando obstáculos. Hace pocos días el Consejo de Informativos del ente público constataba una queja muy dura contra el programa tras la cobertura de una de las colaboradoras, Marta Riesco, como enviada especial a Roma durante la celebración del cónclave.

Marta Riesco, colaboradora de 'La familia de la tele' durante el cónclave en Roma | RTVE
Marta Riesco, colaboradora de ‘La familia de la tele’ durante el cónclave en Roma | RTVE

En este texto, el Consejo cargaba contra el programa e instaba a la presidencia y al Consejo de Administración a «actuar para que La familia de la tele no disminuyera la credibilidad de sus servicios informativos». El comunicado se extendía a la imagen que daba la casa, que había estado durante días «informando con seriedad y rigor» como para después enviar a una colaboradora con el micrófono de Televisión Española a cubrir este acto «sin cumplir con el tono ni la forma que se espera de una televisión pública».

Trabajadores históricos de la cadena apoyan la queja del Consejo

El espectáculo esperpéntico que ha generado el programa conducido por María Patiño y que emula al antiguo Sálvame -gran parte de los colaboradores han salido del show de Telecinco- ha provocado una reacción en cadena y este lunes 12 de mayo se suman más de 130 exempleados de RTVE. A través de un contundente comunicado, apoyan la queja del Consejo. «Como exempleados de RTVE queremos mostrar nuestro apoyo al comunicado publicado por el Consejo de Informativos de TVE y sumarnos a su preocupación por el perjuicio que un programa como ‘La familia de la tele’ puede suponer para la imagen de la televisión pública», se puede leer en el texto que han publicado en X (antes Twitter).

Cargan contra los contenidos, el tono y lo que representan algunos de los colaboradores, apuntando que «no cumplen con los mínimos de calidad y principios exigibles para un medio obligado siempre a ser un servicio público». Más de cien nombres que se suman a las quejas que acumula el formato de entretenimiento, que también se ha visto castigado en las audiencias, quedando entre el 6% y el 8% de cuota de pantalla durante su primera semana de emisión. La pugna continúa y la emisión del nuevo formato de entretenimiento sigue en boca de todos.

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