Sheila Devil, la nueva identidad que ha adoptado el hijo de Camilo Sesto, se encuentra ingresada en el hospital. Su madre ha confirmado que la joven tuvo que acudir de urgencia por unas complicaciones “duras” en su estado de salud que no ha querido especificar. Sin embargo, basta con ver las fotos preocupantes que publica en su perfil de Instagram para ver que algo no va bien.

Lourdes Ornellas, muy preocupada, fue vista por los fotógrafos a las puertas del centro sanitario. La situación médica ha sido “muy estresante”, dicen en Diez Minutos, pero parece que lo peor ha pasado. En el programa Y ahora Sonsoles de Antena 3 han dado más detalles sobre este tema: “La chica entró directamente por Urgencias y ha estado acompañada, en todo momento, por su madre. Su situación es estable y esperan que le puedan dar el alta en los próximos días. Las complicaciones ya han pasado y la madre está tranquila porque ve que la tienen ingresada y controlada”.

Es bien cierto que la chica ha dado muchos quebraderos de cabeza a la madre, que ha hecho lo imposible por ayudarla después de unos meses en que su degradación ha sido progresiva y muy evidente. En Instagram la hemos visto con pelucas, la ropa rota, sin dientes, la casa llena de suciedad, drogas, botellas de alcohol, heridas en la piel… No se junta con las mejores compañías, ha lamentado la madre, y tampoco se deja ayudar mucho.

Las fotos más preocupantes de la hija de Camilo Sesto

Ya había estado inmersa en problemas de drogas, pero todo empeoró cuando murió su padre, Camilo Sesto. Tampoco fue fácil para ella decir abiertamente que se sentía una chica, ya que su entorno se habría mostrado muy hostil: “Nadie la tomaba en serio y, cuando dejaba de estar controlada, potenciaba sus adicciones mucho más”.

De hecho, fue el pasado mes de febrero cuando la policía la detenía por tráfico de drogas: “Estaba en la calle cuando los policías la interceptaron mientras hacía algo extraño. Al registrarla, vieron que llevaba encima 12 gramos de cocaína cuando no puedes llevar más de 7 porque se considera tráfico de drogas”. Entonces pasó la noche en el calabozo, pero los problemas no habrían acabado ahí.

De momento, no se ha filtrado qué le ha pasado exactamente y por qué ha necesitado atención médica. El tiempo dirá si consiguen convencerla para ingresar en una clínica o si acaba entrando en razón y se deja ayudar por su madre, más preocupada que nunca por el futuro de la joven.

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