Gessamí Caramés ha estallado contra los comentarios gordofóbicos que mucha gente tiene normalizados, una actitud que no hace ningún bien a las personas como ella que padecen o han padecido algún trastorno de la conducta alimentaria. Todos hemos oído la típica frase de «Oh, estás más guapa ahora que has adelgazado«. Pues no ayuda en absoluto, tal como reconoce la presentadora del Cuines de TV3 en una entrevista muy sincera en el Sense filtres de RAC1.
En 2021, la cocinera descubrió que tenía un TCA cuando hizo un test del Instituto de Trastornos Alimentarios después de toda una vida haciendo dietas. En aquel momento, Gessamí estaba muy bien y tranquila: «Estaba más delgada porque comía mejor, pero en una entrevista con la terapeuta me di cuenta de que muchas cosas cobraban sentido. Entonces entendí muchas cosas de mis altibajos de peso a lo largo de la vida». Le diagnosticaron un trastorno por atracón sin compensación. En su caso, es de las que ha llegado a usar laxantes, diuréticos y también un exceso de deporte para compensar la pizza que había cenado.
Ella, que aparece en televisión y tiene un restaurante, ha tenido que escuchar muchos comentarios sobre su físico. Hay mucha gente que se siente con la libertad de opinar al respecto sin saber qué hay detrás de su aumento de peso: «Yo ya estoy acostumbrada a que hablen de mi físico y que vengan clientes al restaurante y me digan Qué guapa estás, estás más delgada aquí que en la tele. Sé que no lo hacen con maldad y que no son conscientes de toda la casuística que hay detrás, pero a mí, en un momento concreto de mi vida, eso me puede provocar una bajada muy importante«.
Gessamí Caramés denuncia los comentarios sobre su físico que recibe
Sobre este tema de los comentarios de los demás se ha extendido bastante en una denuncia pública que confía que haga reflexionar: «Muchas veces he crecido con la típica frase de Gessamí, tú tan guapa que eres si perdieras unos kilitos serías perfecta. Y claro, entiendes que no eres perfecta y que no encajas en este mundo donde vives porque tu cara y tu cuerpo no van coordinados, ¿no?«. Tiene claro que, cuando te dicen que estás más guapa porque has perdido unos kilitos, esto hace más daño que bien a posteriori: «En ese momento es muy chulo porque notas la recompensa. Has adelgazado y la gente lo ve, te da esa recompensa. Pero claro, eso a mí me asusta porque dentro de unos meses volveré a aumentar de peso y no me dirás que estoy guapa. Entonces sé que ves que he engordado y, por lo tanto, me ves más fea».
Los peores momentos para ella son los de más estrés en el trabajo, cuando no ha tenido tiempo para ella misma o cuando tiene algún problema personal: «Cuando llegas a casa saturada, tu cerebro necesita dopamina y esta es sentarte a la mesa y comer sin freno. Llegas a ver los alimentos como una recompensa y, por tanto, una droga». Aún no se ha recuperado del todo, pero confía en que puede llegar a curarse aunque sea una enfermedad crónica: «Necesitamos mucha terapia y debemos estar siempre en alerta«.

Una entrevista sincera y transparente que ayuda a concienciar sobre un tema que mucha gente tiene normalizado sin darse cuenta del daño que puede hacer con comentarios que ellos ven como un cumplido.

