Dabiz Muñoz ha sido uno de los protagonistas del estreno de
Tiene claro cuál es el principal problema que le genera tanta angustia, una autoexigencia muy potente: «Es verdad que hemos tenido mucho éxito desde que abrí DiverXO, pero he tenido una relación difícil con la gestión mental del éxito. Esto ha hecho que no fuera tan feliz como tendría que ser y, quizás, tener mucha ansiedad«. Explica, por primera vez, que empezó a acudir a terapia ahora hace cuatro años: «Para mí, ir al psicólogo es lo mismo que ir al fisioterapeuta o el dentista. Me ayuda a entenderme y a entender a los otros. Aprendo, poco a poco, a disfrutar de mi éxito».
Gracias a la ayuda de su psicóloga, ahora sabe qué es lo que le pasa: «Soy una persona obsesiva, tal como me ha podido diagnosticar ella. Para las cosas buenas y también para las cosas malas, soy obsesivo. Hay veces en las que me pongo a pensar en un restaurante nuevo o en un plato y puedo quedarme pensando durante horas, días o semanas hasta que consigo que esté como yo quiero».

¿Qué ha explicado Dabiz Muñoz sobre el matrimonio con Cristina Pedroche?
El cocinero también ha aprovechado esta entrevista en televisión para hacer una dedicatoria romántica a Cristina Pedroche. Ya han pasado unos cuantos años desde que empezaran una relación exitosa que el año pasado dio la bienvenida a su primera hija, la pequeña Laia. Siempre hablan maravillas el uno del otro y esta intervención no ha sido una excepción: «No sé muy bien qué he hecho yo para estar con una mujer como Cristina. No solo porque es guapísima, sino por cómo es ella como persona. Aprendo mucho de ella, tiene una actitud muy positiva e intenta que cada problema tenga una solución».

Se casaron cuando solo hacía cinco meses que se conocían, así que tuvieron claro que aquel amor era de verdad. Ahora, dice que lo hacen todo juntos: «Tener una hija te cambia el día a día porque tienes que dedicarte a ella y también te cambia por dentro. Me gusta decir que Cristina y yo éramos unas personas antes de ser padres y, ahora, somos otras. La niña nos está enseñando un viaje precioso. El primero que hace cuando se despierta es sonreír, interpreto que empieza un nuevo día y está feliz de vivir. Hace que yo tenga esta alegría de vivir, ella me enseña».