Mette-Marit de Noruega tiene muy preocupada a la familia real, ya que su estado de salud no hace más que empeorar. Recientemente, de hecho, ha tenido que ausentarse en algún acto porque no se acababa de encontrar bien y las especulaciones se habían multiplicado. Se sabe que la esposa de Haakon, el príncipe heredero del país, sufre fibrosis pulmonar desde hace años. Ahora, la Casa Real ha emitido un comunicado en el que confirman que la situación médica se le está complicando y los médicos consideran someterla a un trasplante de pulmón.
A sus 52 años, Mette-Marit ha seguido varios tratamientos pero ninguno de ellos acaba de funcionar. Ante esto, el equipo médico le ha realizado varias pruebas y estas han mostrado una evolución negativa en su salud. Una posible solución que encuentran sería evaluar la posibilidad de hacerle un trasplante de pulmón, una opción que ponen sobre la mesa. No lo han confirmado y, por tanto, no hay fecha para esta delicada operación.
El jefe del departamento de neumología ha dado detalles sobre esta posibilidad: “Nos acercamos al momento de realizar un trasplante de pulmón y se está realizando los preparativos necesarios para que sea posible cuando llegue el momento. Aún no se ha decidido cuándo entrará en la lista de espera para un trasplante de pulmón, pero su caso se está monitoreando porque es una operación importante y da miedo”. Lo que sí confirman es que necesita más descanso y que su estado físico está cambiando «más rápidamente» que antes.

Primeras palabras de Mette-Marit sobre el empeoramiento de su salud
Hasta que esto no se confirme, la princesa Mette-Marit continuará con su agenda. Era el mes de marzo cuando informaban que su enfermedad comenzaba a afectar su día a día con “sintomas y molestias diarias” que afectaban directamente su capacidad para desarrollar las funciones de la agencia.
Necesita más descanso, tal como reconoció ella misma en unas declaraciones a la cadena pública del país: “Esta enfermedad tiene cosas difíciles y dolorosas, pero al mismo tiempo hay algo bonito porque te encuentras contigo misma. Es una oportunidad para vivir más despacio y descubrir qué cosas te dan energía y cuáles no”.
Ahora ha añadido que ha sido un proceso mental “largo” para ella llegar hasta allí: “Siempre he tenido la esperanza de que pudiéramos controlar la enfermedad con medicación y la evolución ha sido bastante lenta hasta ahora. Ahora ha sido más rápida de lo que los médicos y yo esperábamos”. Sentada frente a la cámara, ha reconocido que es “muy exigente” pensar que el trasplante será el siguiente paso. Aun así, deja claro que intenta mantener “la serenidad” ante todo esto.

