Kate Middleton estuvo ingresada en una clínica privada de Londres durante 15 días y ahora, tres meses después, han intentado acceder a su informe médico con el objetivo de filtrarlo a la prensa. Todo el mundo está pendiente de su estado de salud, sobre todo ahora que se le ha visto en público por primera vez en un video que la muestra mucho más delgada y con los pómulos más marcados. Nadie sabe qué le ha pasado, por qué la operaron concretamente y cómo es que están tratando todo este tema con tanto hermetismo. Pues bien, el hospital ha abierto una investigación ahora que han pillado «al menos a uno de los miembros del personal» intentando hackear los documentos.
Así lo ha explicado el
«Se trata de un grave error de seguridad y de una cosa muy perjudicial para el hospital, dada la reputación sin tachas del centro médico con miembros de la familia real. Justo después de conocerse el incidente, los altos cargos del hospital contactaron con el Palacio de Kensington y les aseguraron que habría una investigación completa», explican fuentes de dentro al medio británico.
El personal del hospital que operó Kate Middleton, «conmocionado» por esta traición de uno de sus compañeros
Todo el personal estaría «conmocionado» por esta traición hacia sus mejores pacientes y aseguran estar «muy afectados» porque un compañero de confianza pueda ser responsable «de una ruptura de confianza y ética médica como esta». Este hospital siempre había tenido fama de tratar los famosos y miembros de la familia real con «absoluta discreción» y hermetismo, una característica muy buscada que confían que no se rompa.
Ahora intentarán saber cuál de sus miembros intentó obtener esta información confidencial sin consentimiento de la paciente, un hecho que en el Reino Unido es considerado un delito penal. No se sabe si esta persona en concreto tuvo acceso finalmente a lo que buscaba o no, pero sí que el pirateo fue descubierto. De momento habrá que esperar para ver qué pasa con esta historia, un episodio turbio más dentro de un postoperatorio que se ha convertido en uno de los temas más comentados del momento. La bola está creciendo y creciendo, con lo que el gabinete de comunicación de la familia real lo tiene muy difícil para encontrar una solución que calme los ánimos.
