Guillem de Inglaterra será, si nada lo impide, el futuro rey del Reino Unido. Es por eso que siempre intenta calmar las aguas para evitar posibles complicaciones o escándalos que puedan poner en riesgo la continuidad de la corona. No le va demasiado bien, por eso, ya que los diferentes miembros de su familia no se lo ponen fácil... Después de toda la polémica con el hermano, el príncipe Harry, ahora son los tíos quienes han provocado una tormenta mediática. Hasta ahora, se sabía que Andreu de Inglaterra había sido acusado de abuso sexual por una de las víctimas de Jeffrey Epstein, todo un escándalo por el cual lo hicieron salir de la familia real. Ahora, las críticas van a más porque se han difundido algunos correos que demuestran que su esposa, Sarah Ferguson, también tuvo contacto con el magnate norteamericano condenado por tráfico y explotación sexual de menores.
Fuentes del palacio de Buckingham informan que Guillem ha calificado a sus tíos como «una vergüenza» para la familia. De hecho, estaría presionando a su padre para que adopte «medidas definitivas» contra el hermano y su exesposa. Es cierto que Andreu ya no tiene ningún rango oficial, pero continúa acudiendo a los actos privados de la familia y esto no gusta a la opinión pública. Carlos III y Guillem se encuentran en medio de la polémica porque toda la familia queda en evidencia ahora que se sabe que la exesposa de Andreu, que formó parte de los Windsor durante mucho tiempo, enviaba correos a Epstein con expresiones de afecto.
Guillem de Inglaterra quiere distanciarse de Andreu y Sarah Ferguson
¿Y qué pretenden hacer para echarlos del todo? La prensa británica explica que el rey inglés ha intentado controlar la situación con prudencia, restringiendo el acceso de los duques de York a algunos actos para dejar de asociarlos. Mientras que Carlos intenta seguir el ejemplo de su madre, que tampoco es que los echara de malas maneras, su hijo sería más partidario de tomar medidas drásticas de verdad que excluyan «por completo» al tío y la exesposa de los círculos reales.
El personal de palacio asegura que el príncipe Guillem habla abiertamente de los tíos como «un problema constante» y que considera «inadmisible» su comportamiento reciente. De hecho, dicen que el aristócrata tiene claro que se debe presionar al padre para que haga algo. Este castigo se suma al que ya ha sufrido Sarah Ferguson, que ha perdido todas las colaboraciones con organizaciones benéficas que tenía.
Los correos dejan claro que ella lo defendía, incluso cuando se dijo que el millonario traficaba con menores. Ante esto, también su sobrino quiere darle la espalda. El heredero sabe que es imprescindible que la gente vea que se distancia de ellos y que reniega de este comportamiento. Habrá que ver cómo actúan, finalmente, pero mucha gente está esperando este gran gesto de enfrentamiento.
