El FBI investiga un segundo intento de asesinato contra Donald Trump en un club de golf de Florida. Según las primeras informaciones, un hombre armado con un fusil AK47 ha sido detenido en las proximidades de las instalaciones de West Palm Beach, propiedad del expresidente de los Estados Unidos, donde Trump estaba jugando a golf. El servicio secreto habría localizado al tirador escondido entre unos arbustos y ha abierto fuego. El hombre ha abandonado el arma y ha huido, pero posteriormente ha sido detenido. Trump ha salido ileso del incidente y ha sido trasladado en un lugar seguro por precaución.
A mediados de julio, un joven de 20 años disparó contra Donald Trump durante un mitin en Butler (Pensilvania). El expresidente resultó herido en la oreja después de que el tirador fallara por escasos milímetros. Uno de los disparos le provocó una herida de unos dos centímetros. Los servicios médicos calificaron de “absoluto milagro” que saliera con vida.
Trump está bien y avisa que “nada” lo frenará
Trump ha explicado que se encuentra bien. “Estoy bien”, ha dicho el expresidente en un correo electrónico enviado a la prensa en el cual aprovecha para avisar que “nada” lo parará en su carrera para volver a la presidencia de los Estados Unidos. El magnate se enfrenta a la actual vicepresidenta de los EE. UU., Kamala Harris, en una carrera electoral que se acabará decidiendo por pequeños detalles, puesto que los dos candidatos llegan a la cita con opciones de ganar.
El expresidente estaba jugando a golf en el Club Internacional de Golf Trump de West Palm Beach cuando un agente del servicio secreto vio cómo el cañón de un fusil sobresalía de la valla de las instalaciones. El hombre estaba a unos 300 metros de Trump y su equipo de seguridad abrió fuego. El FBI ha abierto una investigación que ahora mismo trata como “intento de asesinato”.
El magnate ha insistido que su “determinación es más fuerte” después de este segundo incidente. “Nunca bajaré el ritmo. Nunca me rendiré”.
Harris condena el incidente
La candidata del Partido Demócrata y vicepresidenta de los Estados Unidos, Kamala Harris, ha condenado el nuevo intento de asesinato contra Trump y ha asegurado que la “violencia no tiene cabida” al país. Harris ha celebrado que su rival esté “sano y salvo” y ha asegurado que la Casa Blanca sigue de cerca el caso.
