El Reino Unido, Canadá y Australia han reconocido este domingo el estado de Palestina, sumándose así a una lista de otros países que forman parte de la ONU y que han adoptado la misma posición. El primer ministro británico, Keir Starmer, ha explicado que da este paso para “mantener viva la posibilidad de la paz” y también para defender la “solución de los dos estados”.
«La esperanza de una solución de dos Estados se está desvaneciendo, pero no podemos dejar que esta luz se apague», ha advertido, en un mensaje en el que se ha adelantado a las críticas israelíes para señalar que «esta solución no es una recompensa a Hamás«, ya que en opinión de Londres esta organización no tiene cabida en una futura gobernanza palestina. “Ha llegado el momento”, ha asegurado Starmer. Además, el primer ministro británico también ha advertido al gobierno israelí que debe detener los “intolerables ataques” que está cometiendo, y también permitir la entrada de ayuda humanitaria a Gaza. Starmer ya había anunciado que haría este reconocimiento si no se decretaba un alto el fuego este septiembre, un hecho que finalmente no ha sucedido.

En esta línea, el primer ministro canadiense, Mark Carney, ha dicho que el paso debe servir para «construir la promesa de un futuro pacífico”. Además, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, también destacó la importancia de este reconocimiento y de “las legítimas aspiraciones del pueblo de Palestina de tener su propio estado”. Por otro lado, Albanese ha añadido que “la organización terrorista Hamás” no debe tener ningún papel en este futuro.
Aunque hay más de 150 países que han anunciado este reconocimiento, el Reino Unido y Canadá se convierten en los primeros estados del G-7 en reconocer Palestina. Se prevé que Francia siga el mismo camino en las próximas horas y también anuncie este reconocimiento, uniéndose a otros países europeos que ya lo hicieron durante 2024, como es el caso del estado español, Irlanda y Noruega.
La ONU acusa a Israel de perpetrar un genocidio en Gaza
Estos reconocimientos se dan pocos días antes de la celebración de la Asamblea General de las Naciones Unidas entre el 23 y el 29 de septiembre. Precisamente fue la ONU, una comisión independiente de esta, la que acusó esta semana a Israel de perpetrar “un genocidio” en la Franja de Gaza.

Más concretamente, el informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de Naciones Unidas sobre los Territorios Palestinos Ocupados considera que la ofensiva israelí sobre Gaza tiene como objetivo “destruir a los palestinos de la Franja como grupo”.
Las autoridades israelíes, que siempre han negado las acusaciones de genocidio, han restado credibilidad al documento, que ha calificado de informe “falso” elaborado por “socios de Hamás” que tienen “posturas antisemitas” y reclaman la abolición de la comisión de investigación.
La comisión de investigación también constata que Israel “no tiene ninguna intención de cambiar su curso de acción” y alerta a la comunidad internacional que “no puede quedarse callada ante la campaña genocida” de Tel-Aviv. “Cuando hay señales claras y pruebas de genocidio, la ausencia de acciones para detenerlo equivale a complicidad”, ha advertido la presidenta de la comisión, Navi Pillay, antigua Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.