La fotoperiodista del diario El Món y castellera, Mireia Comas, ha recibido la camisa de honor individual de la pandilla castellera de Cornellà por toda su tarea como «fotógrafa castellera y social»: «Me ha hecho mucha ilusión que me reconozcan por mi trayectoria», celebra la fotoperiodista en conversación con este diario. La entidad, con más de 30 años de historia, le ha otorgado este premio por años de trabajo plasmando la realidad del mundo castellero a través de una cámara. Como también reconoce el galardón, una parte del trabajo de Comas es en el periodismo sobre cuestiones sociales, que implican «tener que picar mucha piedra» para conseguir «que los reportajes sean reconocidos».
Para la fotógrafa recibir este reconocimiento de la colla castellera de Cornellà es un «honor» muy grande. De hecho, según explica, prefiere recibir un premio de una entidad social que el de una institución: «Cuando de golpe recibes un reconocimiento social por todo el trabajo que has estado haciendo, personalmente, ayuda mucho a salir adelante y continuar», expresa Comas, que confiesa haberse sentido «despreciada» por el poco reconocimiento local que han tenido algunos de sus trabajos, como el último sobre la ocupación en Terrassa, su ciudad, premiados en otros lugares, pero no en la población donde creció y dónde vive. La fotoperiodista también avanza que ahora está trabajando en un nuevo reportaje sobre el mundo castellero, pero con una «mirada diferente», es decir, no centrándose en las fotografías más tópicas que se pueden ver el día siguiente a una fiesta.
Toda una vida última la cámara
Comas ya hace muchos años que ha centrado su vida a «retratar la realidad y luchar contra las desigualdades sociales y las vulneraciones de los derechos humanos que se producen en Cataluña» a través del objetivo de su cámara. Para ella la fotografía es «la manera de expresar todo el que sientes a través de las imágenes», una manera de expresarse que busca plasmar en el nuevo reportaje sobre la tradición castellera, su otra pasión desde muy pequeña: «No puedo describir con palabras el que se vive en una fiesta, o cuando descargas un castillo, pero sí que puedo intentar plasmarlo con la fotografía», comenta.
La colla castellera de Cornellà, además de premiar Comas por su amplia trayectoria, ha querido hacer entrega de una camisa de honor en el Instituto Campmany, un centro escolar público del barrio de San Ildefonso, por «su gran tarea educativa en la ciudad de los últimos 25 años». Así pues, tanto el instituto como la fotoperiodista se han llevado el reconocimiento de la pandilla por su labor social, ya sea a través de la fotografía como de la educación.
