¿Para qué sirven ficciones como la serie Com si fos ahir, además de ser líderes de audiencia sistemáticamente con cuotas de pantalla de entre el 18% y el 22% (por si eso fuera poco)? La actual serie diaria de TV3 ha conectado especialmente con los espectadores de la cadena de televisión pública catalana por la combinación entre vida cotidiana y emociones fuertes –en esta octava temporada, dos tramas amorosas de alto voltaje acaparan gran parte de la atención– y ha entrado en el imaginario colectivo. Y, como corresponde a una de las funciones de una televisión pública, contribuye a mantener engrasada y en marcha la industria audiovisual y los actores con trabajo regular. «En este oficio, o pasas hambre o pasas sueño», decía hace poco David Verdaguer. Y añadió: «Yo ahora por suerte paso sueño». Es decir, cuando tienen una buena racha, los actores trabajan todo el tiempo: por la mañana, muy temprano, rodando secuencias para series televisivas; por la noche (incluidos los fines de semana), haciendo teatro.

Esto les sucede ahora mismo a tres actores de Com si fos ahir que coinciden en el escenario en una de las joyas del otoño teatral de Barcelona. Para ser exactos, dos de los actores que tienen papeles destacados en esta temporada y una actriz que trabajó en la serie en la tercera temporada. Se trata de Andrés Herrera –que en la serie hace de Jordi, uno de los exalumnos boomers del instituto Reina Sibil·la, exmarido de Sílvia (Montse Germán) y actual pareja de Gina (Meritxell Huertas)–, Pep Ambrós –que llega a Com si fos ahir este martes como Víctor, un nuevo personaje que se incorporará a la consultoría de Miquel (Eduard Farelo)– y Sandra Monclús –que interpretó a una diseñadora de ropa odiosa que era la jefa de Anna (Àngela Cervantes), hija de Jordi y Sílvia.

El Jordi (Andrés Herrera) y la Gina (Meritxell Huertas) en una escena de 'Com si fos ahir', en TV3
El Jordi (Andrés Herrera) y la Gina (Meritxell Huertas) en una escena de ‘Com si fos ahir’, en TV3

Andrés Hererra, Sandra Monclús y Pep Ambrós, que se estrena en la serie de TV3

Los tres, Herrera, Ambrós y Monclús, son tres de los personajes que levantan sobre un escenario pequeño, vacío –solo hay tres taburetes, una pequeña pizarra y una puerta– y con el público muy cerca la cruda Glengarry Glen Ross, de David Mamet, dirigida por Àlex Rigola. El exdirector del Lliure tiene en el barrio de Sants-Badal el minúsculo teatro Heartbreak Hotel (80 asientos aprox.), donde hace lo que le da la gana a él y al resto de teatreros que se apuntan a sus proyectos. Con nombres tan destacados como Pere Arquillué y Toti Soler –que entre abril y mayo homenajearán a Vicent Andrés Estellés con Coral romput. Una sala instalada en un antiguo almacén que luego fue un taller mecánico donde los actores no solo están al alcance de los espectadores durante la función, sino que interactúan –igual que Rigola– antes de comenzar –hasta el punto de ayudarles a encontrar su asiento, aunque no cuesta mucho– y después, comentando la función a la salida y agradeciendo la visita. Podría ser comedia. Quizás lo es. Pero como son buenos actores, todo resulta creíble.

Cómo es ‘Glengarry Glen Ross’ interpretada por actores (entre otros) de ‘Com si fos ahir’

Estos días, con el Glengarry, el público se impregna, por los poros, de un auténtico recital de Francesc Garrido, que interpreta al más veterano –y acabado– de un equipo de vendedores de propiedades inmobiliarias que actúan sin piedad, con los clientes, entre ellos y, si pueden, contra sus jefes. Si pueden. Garrido da una master class, pero los otros no se quedan atrás, y es una ocasión de verlos en registros diferentes de los que requieren las series televisivas.

En cuanto a Com si fos ahir, después de ver la interpretación de Ambrós que, si no le hace sombra a Garrido, se le acerca mucho–, los espectadores de la serie de TV3 deberían estar muy atentos a partir de ahora. El personaje –el exmarido y exsocio de Àngela (Marina Gatell), una clienta de la consultoría– promete muchas tardes de gloria. El año pasado, Ambrós ya tuvo un papel destacado en una de las series más vistas de Netflix durante unas semanas –eso es lo que puede durar el éxito en una plataforma–, Who is Erin Carter?, una extravagante ficción rodada en Barcelona y varios puntos de Cataluña donde solo los policías hablaban catalán. El actor que ahora irrumpe en Com si fos ahir interpretaba a un investigador de los Mossos d’Esquadra muy implicado en la trama.

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