Oscar Estivill (Barcelona, 2001) es un periodista casi recién salido del horno. Con una mirada optimista, ha hecho de su forma de entender la vida una manera de explicar el mundo. Hace más de dos años que este barcelonés, nacido y criado en el barrio de Gràcia, compagina sus estudios con su proyecto personal, El informativo positivo, un espacio en las redes sociales con el que diariamente comunica noticias “positivas” que, desde su punto de vista, tendrán un efecto para el mundo. Este proyecto, aún embrionario, pero con un vertiginoso crecimiento, ya acumula cerca de 150.000 seguidores en Instagram y más de 50.000 en TikTok, las dos plataformas en las que emite su contenido. En esta entrevista con El Món, Estivill reflexiona sobre la importancia de transmitir «noticias positivas» para contrarrestar el resto de informaciones, de las cuales destaca que también son esenciales, y se adentra en el auge de los discursos de odio en las redes sociales. Esta es la cuarta entrega de una serie que hará la radiografía de una generación, talentos de menos de 30 años, con Carnet Jove o con la posibilidad de tenerlo.

Con El Informativo Positivo has centrado tu vida en el mundo de la comunicación. ¿Es un sector que te ha despertado interés desde siempre?

Pues la verdad es que no. Yo no soy una de esas personas que desde pequeño ya quería ser periodista. De pequeño pasé por muchas vocaciones [ríe]. Policía, espía… ¡Quería ser espía! Luego ya quise ser piloto… Fui cambiando. Forma parte de conocerse a uno mismo, creo. Recuerdo que me decían que me gustaba mucho hablar y escuchar, y también recuerdo que de pequeño, en las cenas, también me gustaba mucho estar con la gente mayor para saber qué decían y qué pensaban, aunque no entendiera nada. Pero yo estaba allí y hacía preguntas.

¿Y en qué momento haces el clic de ver que, realmente, la comunicación es el ámbito al que quieres dedicar tu vida?

Yo creo que ya en la facultad. Cuando entré tenía muy claro que quería dedicarme a alguna profesión que estuviera relacionada con la comunicación, pero no sabía bien dónde caer. Yo siempre decía que del periodismo no se podía vivir [ríe], porque siempre lo había escuchado. Y tiene un punto de cierto, pero no del todo. En la facultad vi que este trabajo me permitía hablar, que es algo que me encanta. Que te paguen por hacer preguntas, enterarte de las cosas… Yo digo que es el trabajo más bonito del mundo, porque te permite estar en contacto con la gente, conocer iniciativas brutales.

En la facultad, sin embargo, quisiste poner el foco en el mundo de la radio

Sí [ríe]. Yo en la facultad empecé haciendo prácticas en una radio. Me encantó ese mundo y, aunque no sabía si tendría habilidad, resulta que encajé. Hice un máster en radio y televisión, y también me encantó, pero luego la vida me ha llevado por otro camino. Todo lo que tenga que ver con estar frente a una cámara o un micrófono y me permita contar cosas, me encanta. A mí me gusta hacer esta función de guía. Y eso lo puedes hacer desde la televisión, desde la radio y ahora, desde las redes. Y haciéndolo desde las redes también me permite quitarme un poco el gusanillo periodístico, porque hasta ahora también he estado trabajando en el lado de la comunicación corporativa. Y trabajando en ese sector he recordado los motivos que me llevaron a crear este proyecto [El informativo positivo]. Lo que más me gusta es estar en la calle y contar lo que pasa. Y es ahí donde aprendes más.

Oriol Estivill, creador de contenido. Barcelona 03.06.2025 | Mireia Comas
Oscar Estivill, periodista y creador de contenido. Barcelona 03.06.2025 | Mireia Comas

¿La carrera de periodismo te ha resultado útil a la hora de crear tu proyecto?

Bueno, te da una base, pero yo cada vez a las carreras universitarias les encuentro menos sentido. Cada día soy más escéptico.

¿En qué sentido?

Por un lado, creo que estudiar una carrera es positivo porque te da una base, pero nada más. Yo siempre he diferenciado un periodista de un comunicador. Ambos comunican, pero el periodista la trabaja, la cocina o la filtra, incluso. También es verdad que yo me he encontrado gente que no ha estudiado la carrera de periodismo y que, en el momento de empezar a contar cosas, sea del tema que sea, lo hacen realmente bien. O sea, para ponerse frente a una cámara o un micrófono no hace falta haber estudiado periodismo. Ahora bien, siempre que te diriges a una audiencia debes ser responsable con lo que dices, y eso lo aprendes en la carrera. Es decir, ¿para comunicar has de estudiar una carrera? Yo pienso que no. Ahora bien, el hecho de estudiarla te permite aprender esta responsabilidad necesaria. También lo puedes aprender en la vida, es cierto, pero no todos lo hacen…

En las redes se ve mucho, últimamente, esta falta de responsabilidad en algunos creadores de contenido.

Sí… Precisamente, yo cuando hablo del hecho de que hay que tener una responsabilidad pienso en esta gente que promueve los discursos de extrema derecha, porque lo que hacen es, básicamente, lanzar odio. Yo, desde mi canal, siempre intento transmitir el mensaje de que hay que ponerlo en duda todo. Que, siempre que te están contando algo, hay que pararse diez segundos a pensar si lo que te dicen es verdad o no. El problema es que la gente cae de lleno.

En los últimos años, sin embargo, ya se ha inculcado mucho el mensaje de que hay que contrastar y verificar todo lo que se ve en las redes. ¿Por qué sigue pasando?

No tengo una respuesta clara… Yo noto que la gente está muy enfadada. Parece que desde la clase política nos enseñan a estar separados, a estar divididos. Yo veo a la gente nerviosa. Y, cuando llegan estos discursos reaccionarios que buscan que la gente se active, se ponga violenta y empiece a odiar ciertos aspectos, creo que es un discurso que mueve masas. Creo que a la extrema derecha le interesa tener a la gente idiotizada. Cuando tienes un canal y, por ejemplo, te pones delante de doscientas mil personas, no puedes decir cualquier cosa, porque tienes la responsabilidad de explicar las verdades, de no alterar a la gente, sino tranquilizarla incluso. Yo por eso intento ser objetivo. Intento que nunca sepan qué voto. Algo se puede intuir, pero no a simple vista. Al final, a mí la gente me sigue porque publico noticias positivas. De vez en cuando sí que me permito opinar de algunos temas si la actualidad lo demanda, pero creo que mi papel no es marcarnos ideológicamente en un lado o en otro, porque solo favoreces que la gente continúe separada y confrontada.

¿Qué te llevó a querer contar solo noticias positivas?

Cuando aún estaba haciendo prácticas hubo un punto en el que la gente me preguntaba cómo podría dedicarme a un sector en el que cada día se reciben cosas tan negativas. De hecho, yo veía que la gente huía un poco de la información porque lo único que les provocaba cuando abrían la tele, encendían la radio o leían un diario era cansancio. Entonces, creo que debemos llegar a un equilibrio en el que la gente debe seguir sabiendo todas las cosas negativas que pasan en el mundo, pero también debe ver que hay otra cara. Una cara que, quizás, no se destaca de la manera que se debería destacar. Yo no quiero desmerecer el periodismo, ni mucho menos. Simplemente, yo ofrezco un espacio más de la actualidad e intento que la gente vea que cada día también pasan cosas buenas. Que pasan cosas de mierda, y siempre pasarán, pero que también pasan cosas buenas.

Oriol Estivill, creador de contenido. Barcelona 03.06.2025 | Mireia Comas
Oscar Estivill, creador de contenido. Barcelona 03.06.2025 | Mireia Comas

Buscas hacer de balanza, entonces.

Yo la información la entiendo como una dieta. Es fundamental saber lo que pasa en política, lo que pasa en el contexto internacional. Todo esto es básico, porque te hace ser una persona con criterio y, probablemente, no tan manipulable. Pero para que la gente no se agote y termine huyendo de estas informaciones, que son importantes, también quiero que vean que cada día pasan cosas muy buenas, que hay gente que se moviliza, que lucha para que estés mejor, que hay médicos que están investigando para revolucionar el futuro. Si cada día te permites saber algo bueno, estarás más equilibrado [en sentido metafórico]. Pero también por eso siempre remarco que hay que escuchar todo.

Los medios de comunicación también cuentan noticias positivas…

Yo muchas veces comentarios que me dicen «eso no lo cuentan los medios«, y siempre les respondo lo mismo. Los medios también lo cuentan, pero quizás le dedican un espacio más pequeño al final de los informativos, o no dan la importancia que se debería a este tipo de noticias. Yo lo que hago es ponerlas en portada, destacarlas.

¿Crees que los medios deberían equilibrar más las informaciones?

Sí, yo sueño con que veamos más informativos comenzando con una noticia positiva. Ahora creo que no se hace por temas de audiencia, pero creo que la gente ya sabe que Donald Trump cada día hace una peor y que pasan cosas de mierda. E insisto, se deben explicar, pero considero que, aprovechando que al principio de los informativos es cuando se tiene más audiencia, también se les podría explicar que pasan cosas buenas en el mundo. El otro día escuchaba una entrevista a un periodista de TV3 en la que le preguntaban por qué no contaban noticias más positivas, y él respondía que era porque informaban de las cosas que rompen con la normalidad. Y es cierto que si se produce un terremoto rompes con la normalidad del día a día, o si cualquier político plantea una barbaridad. Ahora bien, creo que hemos llegado a un punto en el que esos hechos son más habituales, que son, de alguna manera, la normalidad.

¿Y es culpa de los medios?

Ostras, pues no lo sé. Creo que los medios priorizan lo que vende. Y el morbo, por ejemplo, vende más. ¿Quién empieza la rueda? ¿Los medios porque lo quiere la gente, o la gente porque no sabe que también hay otras cosas?

¿Consideras que contar informaciones positivas también es un mecanismo para combatir el odio que se genera, sobre todo, en las redes?

Bueno, es una manera. Creo que la gente cada vez está más enfadada y tiene más odio dentro de sí. Y cuando eres una persona que has crecido con odio y ves discursos [en las redes] de gente que te activa y te hace estar más odiosa, creo que aún se nota más. Solo escucharás lo que quieres oír. Aquí es donde ves también que les interesa que haya confrontación constante. Y cada vez entre la gente más joven. Yo he oído niños de 10, 11 o 12 años alabando a Franco. Hay una romantización del pasado… y más sin haberlo vivido. ¡Me preocupa mucho! Por eso yo intento poner el foco en que la gente es buena y que también pasan cosas buenas.

Oriol Estivill, creador de contenido. Barcelona 03.06.2025 | Mireia Comas
Oscar Estivill, creador de contenido. Barcelona 03.06.2025 | Mireia Comas

Entonces, crees que la gente es buena por naturaleza.

Quizás es una visión muy idealista, pero sí, creo que el hombre, la persona, por naturaleza, es buena.

¿Y qué los corrompe? Porque no todos son buenas personas…

Pues diría que todas estas personas que promueven discursos para que te enfades más, porque es más fácil estar enfadado y crispado que recordar que hay muchas cosas por las que vale la pena sonreír y que hay esperanza.

Pero hace solo unos minutos comentabas que te preocupaba que la gente romantizara el pasado. Dices que hay esperanza, pero parece que estamos retrocediendo.

Al final, es lo que decía una frase que me quedó grabada: «Necesitas tres generaciones para olvidar de dónde vienes». Yo pienso que eso está pasando, de alguna manera. Y no solo aquí, sino internacionalmente. Creo que puede pasar que volvamos a ver más gobiernos de ultraderecha, pero también creo que caerán por su propio peso, porque son gobiernos populistas que, cuando tocan poder, sus propias mentiras acaban cayendo. Proponer respuestas simplistas a problemas complejos no sirve. Creo que hemos avanzado en muchos aspectos, y creo que en muchos ámbitos hay más libertades, pero, en estos momentos, también hay ciertos partidos políticos que defienden ideas que implican un retroceso, y por eso también hay gente que tiene pensamientos muy anticuados.

Es decir, ¿crees que, de alguna manera, parte de las nuevas generaciones han olvidado la historia más reciente?

Sí. Hay de todo, porque, como siempre, hay diferencias de ideas, pero sí que es cierto que hay cierta gente que ha idealizado cosas del pasado por las cosas que oyen. Creo que deberían hablar con sus abuelos [ríe]. También creo que la gente antes era más revolucionaria. Mis padres siempre me contaban que, cuando se hizo el salto hacia la democracia, la gente estaba todo el día en la calle.

Ahora, sin embargo, hay un grupo de la sociedad que se está volviendo a movilizar, como se ha visto en las manifestaciones por la vivienda.

Creo que venimos de unos tiempos en los que salíamos mucho a la calle y ahora creo que se hace mucho menos. Y, sí, se ha salido a la calle por la vivienda, lo cual es fundamental, porque es el principal problema que tenemos hoy en día. Yo ahora me empiezo a plantear si irme de casa [de los padres] y no puedo… Barcelona es mi ciudad, pero no sé si me puedo quedar en Barcelona. Y me fastidia. Por ahora, no puedo irme de casa. Y es un gran problema, pero no creo que todavía haya una masa social, una gran unión, para combatirlo. Creo que, precisamente, si nos quieren separados [los políticos], es porque no quieren que la gente de todas las ideologías se una contra un mismo problema. Al final, problemas para irse de casa los tienen los de izquierdas y los de derechas. Si eres de una familia adinerada, no los tendrás, pero por norma general, creo que todos los tienen.

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