Joc de cartes ha ofrecido otro programa movido. Marc Ribas ha buscado el mejor plato tradicional de Tarragona y ha terminado encontrándose con cuatro restauradores singulares que han ofrecido espectáculo y show en TV3… especialmente dos de ellos. Una camarera muy intensa y un empresario con aires de grandeza han protagonizado un enfrentamiento en el que ha habido, incluso, acusaciones de espionaje.
El Trull de Tarragona, una opción potente con un grupo empresarial fuerte
El equipo del programa ha entrado en El Trull de Tarragona, que ha tenido al empresario Jorge Piera como representante. Durante la estancia en este local, los rivales se percataron de inmediato que esta masía bonita y con olor a brasa tenía potencial: “Pienso que es un competidor fuerte y estoy un poco preocupado”, dijo uno de los rivales al poco tiempo. Eso sí, justo ellos dos se conocían y eso hizo pensar a los demás.
Los platos los vieron correctos, pero coincidieron en que esperaban más ahora que las expectativas eran altas. En cuanto al plato tradicional, aplaudieron la salsa de los caracoles aunque tampoco les maravillaron. Se escucharon críticas a casi todos los platos, pero eran pequeños detalles que no preocuparon mucho a la cocina. En los postres, en cambio, triunfaron: “El mejor momento de la comida”.

La nota media ha sido un 7, bastante alta gracias al 7,7 del espacio y el servicio. Lo peor ha sido la comida, pero la han aprobado con un 6 igualmente.
Altafulla, representada por La Xeriueta con algunos problemas
Marc Ribas y los participantes de esta entrega también han querido deleitarse con las propuestas de La Xeriueta de Joan Tomàs. El restaurante, que se encuentra en Altafulla, causó muy mala impresión. En este, el espacio perdió puntos porque vieron humedades, diferencias de estilos y tuppers con muy mala pinta: “Parecía la casa de los horrores más que un restaurante y lleno de moscas. Debe ser muy difícil trabajar aquí”, lamentaron.
También quedaron mal cuando sirvieron el jamón de un sobre de plástico… cuando la camarera había dicho que lo cortaban allí mismo. La rival fue bastante crítica y se sorprendió de que el propietario tuviera fama de buen cocinero: “No entiendo cómo puede tener un restaurante”. El emplatado del plato tradicional lo vieron “terrible”, además, pero lo salvó que el sabor fuera bueno. Joan se defendió y acusó a los demás de ir con cuchillo porque él es el único cocinero. Les preguntó cómo había ido y se dio cuenta de que no gustó por el silencio incómodo que se generó: “Intentaremos mejorar”.

La valoración global de los rivales ha sido baja y han suspendido con un 4,4 de media. La peor valoración se la llevó la cocina con un 2,3, mientras que la comida (4,3), el plato tradicional (4,7) y el espacio (4,3) también suspendieron.
¿Qué les han parecido los arroces del Sargantana de Roda de Berà?
Y un Joc de cartes en esa zona no podía hacerse sin una visita a un lugar con arroces en su carta. En Roda de Berà les recibió la Laura Bellino, que está al frente del Sargantana. La copropietaria cree en las energías y también en el arroz caldoso de bogavante que hacen desde los años 80 con la receta de la madre. El local está impecable y les gustó que hubieran cuidado los pequeños detalles. Eso sí, les decepcionó que tuvieran muchas cosas congeladas y algunos ingredientes caducados.
Una vez en la mesa, criticaron que no les sirvieran un plato para las cáscaras… pero les cerraron la boca porque ya los tenían preparados. Los platos gustaron bastante, mientras que Jorge recibió por todos lados porque lo acusaron de ser un estratega. La chica, nerviosa, terminó manchando la camiseta de Marc: “A ver si cuando comes esto te tranquilizas un poquito”, le espetó delante de Jorge, el rival más intenso. Los cuchillos volaron contra el más profesional de todos, que fue con una superioridad que no gustó.

Los rivales han puntuado el local con un 6,1. La mejor nota ha sido para el espacio con un 6,7 y la más baja para el precio con un 5,3.
Las tapas de El Canteo Gastrobar de Tarragona no acaban de convencer
La oferta gastronómica de la ciudad de Tarragona es amplia y eso se ha notado porque otro de los concursantes ha sido El Canteo Gastrobar de David Vélez. Se presentaban como una muy buena opción para comer tapas y vino del bueno, pero ¿cómo ha sido la experiencia para los demás? El espacio les pareció incómodo y el acceso a la cocina tampoco gustó. Aquí hubo más mal ambiente entre Jorge y Laura: “Ayer me decía que yo estaba agresiva, pues él hoy lo ha estado mucho más”.
Esperaban más de David, pero ¿qué pasó cuando se sentaron a la mesa? Nada más llegar, Laura se quejó porque acusó a uno de los rivales de espiarla: “Han estado investigando y ha habido juego sucio porque han preguntado qué compro y cuánto dinero gasto”. Joan, ante esto, la acusó de exagerar.
La propuesta del cocinero les sorprendió y los comentarios fueron bastante buenos… hasta que Marc Ribas se enfadó cuando sirvieron unos chipirones asegurando que eran calamares. Tampoco gustó que se les colara pelo y pluma del pollo dentro del canelón.

“Me parece una aberración lo que hemos pagado”, se escuchó. En total, suspendió con un 4,8 por culpa del 3,3 de la comida. La mejor, el 6,3 de la comida y el espacio.
La tensión estalla en la confrontación final
La Laura fue la primera en quejarse, sobre todo de la nota que le pusieron en el servicio: “Yo flipo”. Volvió a acusar a Joan de haberla espiado a través de un proveedor, pero el otro lo negó. Después, calificó a Jorge de “pesado” y continuó lamentándose. ¿Y el Jorge? Él obtuvo la nota más alta y no se lo esperaba, hasta el punto de que terminó emocionándose.
El David se tomó las críticas con mucha deportividad: “Mi idea era aprender desde el primer minuto. Tomaré nota de todo”. El Joan, por su parte, se mostró triste cuando le recriminaron que la cocina estuviera sucia.

El restaurante ganador de esta entrega ha sido el Trull de Tarragona como se sospechaba prácticamente desde el principio. Hubo cambios de nota y el plato estrella fue para el Sargantana, sin embargo, un arroz caldoso de bogavante que los consolida en la segunda posición.