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El fenómeno Titó: éxito y controversia del nuevo personaje de TV3 para el público infantil

El éxito de Titó, el nuevo personaje del S3 de la CCMA, es impactante. Así se demostró este Sant Jordi, en el que Las aventuras d’en Titó fue el libro infantil más vendido. ¿Pero qué es el que lo hace tan atractivo para los más pequeños? Según algunos expertos, el personaje tiene luces y sombras, pero lo que está claro es que el público infantil disfruta de este personaje de carne y hueso que les explica cómo es el mundo mediante excursiones.

Desde TV3 se muestran «entusiasmados y muy sorprendidos» por el recibimiento que ha tenido esta nueva creación. El producto nace de la necesidad de incorporar un personaje de carne y hueso al canal infantil, liderado los últimos años por el carismático Mic, que es un muñeco hecho de lana. La jefa de contenidos infantiles, Laia Servera, aplaude que la figura que interpreta Bittor Fernández haya llegado al imaginario infantil de una forma tan rápida y que esté ayudando a los más pequeños a aprender: «El Titó sale de excursión con ellos, como hacen en la escuela, y trata temas que les interesan, como por ejemplo los transportes o los animales. Les enseña como funcionan los camiones de la basura, que las gallinas ponen huevos, por qué comemos la Mona de Pascua…».

La opinión de una maestra: «Consigue despertar la curiosidad de los niños»

La maestra de infantil Clara Solà asegura, precisamente, que los niños que tiene en el aula hablan de Titó y de lo que les ha enseñado. “Un niño me ha comentado justo hoy, cuando explicaba qué es una ave, que él lo había aprendido en un capítulo en el que Titó va a una granja”, explica la maestra. Cree que a pesar de que el personaje es un adulto, consigue ser muy cercano a los niños y utiliza un vocabulario adecuado para su edad. “Lo ven como un transmisor de conocimientos y toca temas que son de gran interés para ellos. Consigue despertarles la curiosidad”, razona esta maestra. 

El S3 relaciona la manera de actuar de Titó con su gran éxito: «Ve el mundo e interactúa del mismo modo como lo hace un niño, amorosamente y con ternura. Tiene muchas ganas de aprender, se sorprende con todas las novedades que conoce y esto es lo que llega a los niños, porque ellos también actúan así». El actor detrás de este personaje es un elemento clave: «El 80% del éxito es mérito de Bittor. Es muy expresivo y tiene la capacidad de convertirse en un niño y generar una empatía brutal. Actúa como un niño, pero no pretende ser uno y tampoco copia sus gestos. Han conectado con él de una manera que se nos escapa al razonamiento adulto», dice Servera desde la CCMA.

En catalán correcto

Otro punto fuerte que ven maestros como Clara Solà es que Titó “interacciona con los niños y les hace sentir que participan”. “Sabe cómo acercarse a los niños y puede servir para que interioricen lo que les explica”, añade. Solà cree que es una virtud que los episodios no se desarrollen en un plató y que el personaje principal no sea de dibujos animados. “Los niños viven la experiencia de primera mano, viajan con Titó aunque sea a través de una pantalla”, explica. Además, considera importante que sea en catalán porque “no se produce tan a menudo que un programa infantil en nuestra lengua atrape tanto a los niños”. 

La cadena de televisión pública catalana insiste en que este programa infantil educa los niños y que es un ejemplo el uso que hace del catalán: «Titó habla a los niños en catalán y en catalán correcto, sobre todo. Los niños son esponjas y no puedes presentarles un personaje a quien quieran imitar que no hable un buen catalán. Que él lo haga, es un punto muy a favor».

Lo Titó en uno de los episodios
Lo Titó en uno de los episodios

Críticas de psicopedagogos al personaje de Titó

A pesar de estas virtudes, que identifican TV3 y la maestra de infantil consultada, psicopedagogos preguntados sobre el personaje no creen que sea enriquecedor para los niños. “Ni transforma ni propone nada nuevo y no servirá para educar”, advierte el doctor José Vicente Pestana, profesor de psicología social a la UB y psicoterapeuta de orientación junguiana. El experto considera que es “muy pueril porque experimenta muchas cosas, pero no transciende y lo que explica no es un aprendizaje significativo para los niños”. “No hay nada que indique una maduración psicológica, es un tipo ‘paso por aquí y hago algo y bastante’”, argumenta. Desde la cadena, se muestran totalmente en contra de este argumento: “El Titó aporta un conocimiento mucho y muy profundo teniendo en cuenta que se dirige a niños tan pequeños. Muchos adultos nos han trasladado, de hecho, que han aprendido cosas con él y esto es porque no se queda con un conocimiento superficial, va más allá a pesar de que su público es muy pequeño. En el capítulo de cómo se hace el chocolate, por ejemplo, muchos adultos no tenían ni idea de lo que se explica”, dice Servera.

Pestana cree que un personaje así “responde a un objetivo político subyacente”. “Se quiere caracterizar el personaje como ‘progre’, pero sin serlo realmente”, explica. “Parece un poco para cubrir el expediente y tampoco hay mujeres, no promueve la paridad ni el progresismo a pesar de que busca aparentarlo”, razona. Señala que todo esto es “habitual en el pseudoprogresismo y la pseudointelectualidad” y que si funciona es porque “responde a lo que el colectivo busca” y los creadores han encontrado la fórmula. 

El experto señala otro de los errores del Titó, según su punto de vista, que es que está alejado de la escuela, el lugar de aprendizaje. “No hay comunión con el que se hace en la escuela y a pesar de que parece que es un niño con cuerpo de adulto no está supervisado por una persona mayor”, critica. TV3 insiste que lo que buscaban era, precisamente, que los niños salieran con él de excursión para poder aprender qué pasa en el mundo exterior porque esto es «muy positivo»: «El Titó forma parte de una propuesta pedagógica y de entretenimiento muy completa, una de las partes de esta propuesta y, en ningún caso, la globalidad. Aquí hay un chico porque en el resto del contenido hay chicas. Y si no entra en la escuela es porque los otros sí que lo hacen. Es una oferta que forma parte de una oferta de contenido mucho más amplia y variada. En todos nuestros programas siempre tenemos pedagogos, profesionales y psicólogos infantiles a detrás».

La ambigüedad del personaje: éxito y peligros

La psicopedagoga Sylvie Pérez coincide con su colega y apunta que “el éxito está en la ambigüedad del personaje”, que es “precisamente lo que no nos gusta a los profesionales”. “Tendría que quedar más claro que no es un personaje real, porque, sino, los niños no aprenden que la manera de ser que tiene, pseudoinfantil, no es en realidad la de los adultos”, explica. La experta se pregunta: “Si no es un adulto, ¿qué es entonces? No queda claro y esto es un error y un peligro porque podrían pasar cosas en la realidad y que los niños no sepan que esto no lo hace un adulto”. 

Pérez entiende, no obstante, que esto sea precisamente lo que atrae los más pequeños. “Es un chico con rasgos suaves, facciones alejadas de lo que se considera un perfil masculino potente y costa ubicar qué edad tiene por su actitud pseudoinfantil”, describe. Señala que “se mueve entre la realidad y la ficción” y es “demasiado difícil ubicarlo en género, edad, rasgos físicos, puesto que tiene parecidos con el anime”. “Esta construcción fantástica es el que gusta a los niños, que todavía están en la fase del pensamiento mágico”, explica.  

Sobre el aspecto físico de este personaje, Laia Servera de TV3 recalca que no buscaban esta masculinidad de ninguna de las maneras. El actor lo incorporaba de fábrica porque es así personalmente y esto los encantó: «Bittor nos enamoró desde el casting porque cumplía con el que buscábamos. De él nos gustó que fuera empático, expresivo y que hablara un catalán perfecto. No nos hemos puesto ni nos meteríamos nunca en la masculinidad de alguien, solo faltaría. Quiero insistir en que no buscábamos esta masculinidad inicialmente en ningún caso, pero nos la encontramos y va en sintonía a la idea y los valores que trabajamos a través de los canales infantiles. Nos gustaba el conjunto, no tuvimos nunca ninguna exigencia en cuanto a este sentido. Y en cuanto a la ropa, lo que no queríamos que fuera disfrazado, sino que llevara el tipo de ropa que creemos que querría llevar un niño si pudiera escoger como vestir. A un niño le gustaría llevar un zapato de cada color o camisetas divertidas. Lo vestimos de los colores del Super 3 indistintamente, lila, verde y rosa coral, porque no creemos que los colores tengan que estar estereotipados»

“Trata los niños como si fueran burros”

Pérez critica especialmente el hecho que “trata los niños como si fueran burros”, una característica más exagerada en el caso del Titó que en otros personajes de ficción. “En general no se tienen que utilizar diminutivos ni sustituir palabras que existen por otras como pupa o guau-guau. Puesto que los niños miran la televisión, al menos que sea un modelo correcto de lenguaje”, critica. Desde el S3 rebaten taxativamente este argumento porque, en este caso, no se usan expresiones como estas en ningún momento: «El Titó respeta muchísimo los niños y los ayuda a aprender. Todo el que vive y aprende lo usa para enseñar algo nueva en los niños y lo hace desde la empatía».

“Se pueden hacer dibujos que hablen bien, como Doraemon y Bola de Dragón. Si lo hacen así es para que los padres perciban que es inofensivo y, en cuanto que inofensivo, los niños pueden estar horas mirándolo”, explica la psicopedagoga. Por eso, plantea si se tiene que crear un personaje que enganche los niños a la pantalla. “Además de ser críticos con el que ven tendríamos que preguntarnos por qué gusta a los niños pequeños y a los padres, que al final son los que compran los libros y encienden la televisión”, concluye. 

Pestana también es muy crítico con el tipo de vocabulario que utiliza el Titó. “Estoy en contra del histrionismo exacerbado e infantilizador cuando nos dirigimos a los niños. No son ni ciegos ni tontos y les tenemos que hablar como personas normales”, espeta.

«En ningún caso infantiliza el vocabulario», defiende TV3

Desde TV3 responden esta crítica con un aplauso hacia todo el que aporta una figura como la del Titó: «El equipo que ha creado este programa domina el tema y tiene muchísima pericia en el ámbito educativo. El tono infantil que usa es positivo porque acontece el elemento que ayuda a conectar con los niños. Usa expresiones cotidianas y un tono que recuerda al que usan los más pequeños, pero, en ningún caso, infantiliza el vocabulario. Aprenden muchas palabras gracias a él. No reduce vocabulario y no excluye palabras que pueden ser difíciles, de hecho transmitimos muchas palabras nuevas a través de este personaje».

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