La serie que triunfa cada mediodía en la cadena catalana logra acercarse a los espectadores gracias a su naturalidad y las historias personales que viven los personajes. Los dramas laborales en Com si fos ahir van ganando espacio y los protagonistas del grupo tienen que luchar contra las tensiones del trabajo.
Las parejas también están sufriendo tensiones, como Marta (Sílvia Bel) y Salva (Ernest Villegas), después del triste adiós de Joel (Gerard Navarro). ¿Cómo gestionarán los protagonistas todos los dramas que tienen?
El ambiente en la consultoría está muy crispado
Cèlia (Sara Espígul) no está pasando por su mejor momento personal ni profesional. Quique (Biel Durán) empeora cada día más por los ataques de ansiedad que sufre y su pareja tiene que estar todo el tiempo pendiente de su estado de salud. Además, Víctor (Pep Ambròs) cada vez se comporta peor con Cèlia. El ambiente está muy crispado y no parece que sea algo que pueda resolverse pronto.

La llegada de Cèlia como nueva socia de la consultoría ha alterado la paz del equipo. O más bien dicho, ha herido el ego de Víctor, que se está comportando de manera muy estúpida. Después de que Gemma (Àurea Márquez) hubiera vendido las acciones de la empresa que compartía con Miquel (Eduard Farelo), Víctor se propone a sí mismo como nuevo socio, a pesar de que lleva pocos meses trabajando en la consultoría.

A pesar de tener la situación en contra, Cèlia consigue el dinero para pagar la parte de Gemma y se convierte en la nueva socia, ante la mirada atónita de Víctor. A partir de aquí su relación se ha convertido en un tira y afloja que no termina nunca. Víctor la trata mal, la critica, le lleva la contraria, intenta poner a Miquel en su contra para que se lleve todas las reprimendas… Incluso la acusa de haber cometido un error en unos informes, a pesar de que ella lo desmiente y actúa de manera mucho más noble que Víctor. Esta tensión entre ambos no deja de crecer y los guionistas de la ficción estirarán esta trama hasta el límite.
La salud mental de Quique cada vez está peor
Quien tampoco ha salido muy bien parado de su ambiente laboral es Quique. Sus dramas en la escuela llevaron su salud mental hasta el límite. El nuevo director del instituto, Bolaños (Dafnis Balduf) se ha dedicado a hacerle la vida imposible al profesor hasta forzar la máquina de mala manera. Después de sufrir una crisis de ansiedad muy complicada, Quique recibe la baja e intenta enfocarse en mejorar. Pero los guionistas del Comsi no dejarán que esta trama termine así.
Tras descubrir el cuento que ha escrito Bolaños, titulado El mediocre, Quique comienza a construirse paranoias mentales sobre que el protagonista de la historia es él. Se enfrenta a Bolaños en medio del Flora y lo acusa de estar riéndose de él. Estos pensamientos negativos solo hacen aumentar su ansiedad. Empieza a pensar que sus compañeros del instituto también se están burlando de él y Cèlia tiene que ponerse a hacer de coach personal de su novio.

Quique no se encuentra nada bien e incluso visita la consultoría porque está sufriendo un ataque muy grave de ansiedad. Víctor intenta ayudarlo, pero la tensión con Cèlia se hace evidente y ella intenta que no se meta en medio. Los problemas en el trabajo y las crispaciones con el trabajador de la consultoría también afectan su vida personal. ¿Hasta qué punto podrá soportarlo sin que alguna de las partes salga afectada?
En el amor las tensiones también están presentes: las lágrimas de Marta
La convivencia puede ser complicada y la tensión entre las parejas complica las relaciones, como en el caso de Marta y Salva. La despedida de Joel ha dejado huella entre ambos y Marta quiere tomar una decisión al respecto. Se fueron a vivir juntos para acoger al niño en casa, pero después de que se fuera con su madre, las cosas se han complicado.
Marta quiere volver a su piso de soltera y después de hablarlo con Salva, los dramas que vendrán los próximos días están más que asegurados. Sabe que es una decisión complicada, pero también admite que tensar tanto la cuerda puede acabar afectándolos aún más. Los espectadores han visto una imagen muy poco frecuente y difícil de ver: la dura y a veces cínica Marta, que siempre evitaba los lazos, llorando a lágrima viva, después de que se haya ido Joel, cuando le explica a Salva que, por el bien de la pareja, es mejor que se vaya del piso y que vuelva a su casa, que es mejor vivir separados. «Necesito recuperar mi espacio», le implora. Salva no lo entiende, habrá que ver si lo acaba aceptando.
Llega el fin de semana y los fieles seguidores de la ficción tienen muchos enredos y tramas para analizar después de una semana llena de misterios y sorpresas.
