El inicio de la semana trae la llegada de una nueva tanda de capítulos de la serie que lidera las tardes en TV3. Com si fos ahir, el contenido de ficción que se sitúa mes a mes en el ranking de los más vistos en 3Cat, cuenta las historias diarias de un grupo de amigos de instituto y sus familias. Dentro de la cotidianidad de sus vidas y las situaciones más absurdas y truculentas, los protagonistas del Comsi acompañan desde hace ocho temporadas a sus fieles espectadores. Después del fin de semana en el que han digerido todas las emociones de los episodios anteriores, marcados por la preocupación por Naiara (Daniela Brown) y los quebraderos de cabeza de las socias de la Barnateca, llega una nueva dosis de dramatismo, propuestas y disculpas forzadas.
Las socias buscan soluciones para su crisis
No todo lo que empieza bien, acaba bien. La situación de la Barnateca se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para uno de los personajes de la serie. Convertido en el local de moda del barrio y la competencia directa de La iaia, la Barnateca llegó a la ficción catalana para convertirse en uno de los escenarios que más protagonismo ha logrado en los últimos días. Cristina (Carlota Olcina) le vendió la moto a Gemma (Àurea Márquez) sobre su nuevo negocio de catering. Con las ideas de la antigua trabajadora de la consultoría, decidieron poner en marcha el local. Ahora bien, su relación de amistad no ha estado exenta de peleas y tensiones. La Cristina es uno de esos personajes que no quieren hacerse cargo de sus errores y piensan que toda la culpa la tienen los demás.

Por otro lado, Gemma es mucho más cuadriculada, quiere las cosas bien hechas y la legalidad va por delante. Dos personalidades bastante antagónicas que en las últimas semanas han protagonizado más de una pelea en público, incluso delante de una clienta. Itzíar (Mar Ulldemolins) tampoco soporta la actitud de Cristina, ella está centrada en cocinar y ofrecer los mejores platos de Barcelona. Tras la intoxicación alimentaria que sufrieron los trabajadores del Gim Rabbit y la denuncia que Marta (Sílvia Bel) les impuso, las dos socias y amigas se tiran de los pelos para sacar adelante su negocio. En los últimos capítulos, la mala relación entre la chef y su jefa acabó provocando un despido repentino. Itzíar ha renunciado, harta de soportar las quejas de Cristina, poniendo contra las cuerdas su proyecto.
El futuro de la Barnateca pende de un hilo
El entorno de Gemma no ha dejado de advertirle que Cristina no es una buena compañía profesional. Ahora, es consciente de que la asociación entre las dos no ha sido una buena idea y en el capítulo de este lunes 7 de abril, le confesará a Miquel (Eduard Farelo) cómo se siente al respecto. Con lágrimas en los ojos y una copa en la mano, se desahoga con su antiguo compañero de trabajo, explicándole que necesitan una inyección de capital para poder reformar todo el material que tienen desactualizado, para evitar una nueva intoxicación. Y para sumar más problemas aún, en un ataque de histeria, arremete contra Litus (Pepo Blasco) porque su hijo, Ismael (Jaume Solà) ha decidido dejar su trabajo en la Barnateca para poder ver mundo.

Cristina está medio obligada a hacer las paces con Itzíar, pero las cosas no salen bien. En un intento por acercar posturas, la chef se da cuenta de que su jefa continúa intentando manipularla para revertir la situación. En lugar de conseguir que vuelva al trabajo, sólo provoca que Itzíar se marche furiosa, dejando la Barnateca sin cocinera. Cristina comienza a hacer entrevistas y Gemma parece que no puede más. Quizás habría sido mejor continuar trabajando en la consultoría y ahorrarse todo este drama…
Eva pone distancia y se desahoga sobre Lluís
El carácter de Eva (Alícia González Laá) siempre ha estado marcado por la empatía y la bondad. De tan ingenua que ha sido, se ha llevado más de una decepción amorosa. Ya casi nadie recuerda a Rodri (Ivan Benet), aquel hombre que engañó Eva haciéndose pasar por médico, y que es el culpable de que Lluís haya llegado a la vida de la trabajadora del gimnasio. Lo que comenzó como una simple amistad, primero por un sentimiento de culpa hacia la negligencia de Rodri y la lesión que sufrió Lluís, fue avanzando, haciendo crecer unos sentimientos que no eran recíprocos. Eva intentó poner distancia más de una vez, pero su carácter vulnerable y blando, acabaron provocando que el hombre continuara pegado a ella como una lapa. En los capítulos anteriores y tras el beso forzado a Flora, Eva decidió que ya era suficiente y que había cruzado una línea roja.

Los seguidores del Comsi quedaron bastante sorprendidos viendo la reacción explosiva de Eva, que lo mandó a paseo porque por culpa de su llamada, su coche acabó destrozado. ¿Y qué pensó que podía hacer para arreglarlo? Pues dejarle un coche nuevo en la puerta del Gim Rabbit. En este capítulo del lunes, el hombre se ha presentado en el gimnasio, buscando su atención de nuevo y esperando que ella le diera las gracias por el coche. La mujer está harta y le pide que se lleve el coche porque ella no lo quiere. Lluís piensa que no se está comportando nada bien, que es cruel y que no se merece que lo trate así. Pero ya no hay marcha atrás. Incluso habla del tema con Marcel (Nil Cardoner) y lo critica de buena manera, diciendo que solo de pensar en él «siente asco». ¿Será el final de esta trama tan incómoda?

El ataque de histeria de Eva
Los guionistas han decidido exprimir la situación hasta el final y la reacción de Eva ha sido un antes y un después para este personaje. Eva y Andreu (Marc Cartes) salen a comer y a la puerta del gimnasio se encuentran a Lluís sentado dentro del coche. El hombre vuelve a hacerse la víctima, buscando que la mujer lo perdone y se quede el coche. Contra todo pronóstico, Eva, en un ataque de histeria, grita a Lluís y le dice que ya ha tenido suficiente, que la deje tranquila e incluso le desea la muerte. Seguramente nunca se había visto a la mujer actuando de esta manera, pero debe estar bastante harta de Lluís como para comportarse así. Arrepentida de sus palabras, va a buscar a Lluís a su casa, pero antes de toparse con él, ve cómo un chico le ayuda con la compra, dándose cuenta de que ella no es la única que tiene que cuidarlo. Menuda manera de empezar la semana. ¿Alguien esperaba que Eva pudiera reaccionar así? Sea como sea, la histeria colectiva ha marcado el episodio de este lunes, al mismo tiempo que el futuro de la Barnateca cada vez peligra más.