Comienza la cuenta atrás para el fin de semana, pero antes, los espectadores de TV3 podrán acompañar a los protagonistas de Com si fos ahir en las últimas tramas de la semana. El Bernat volverá a organizar una de sus jugadas maestras para manipular a Patri (Lua Amat) y uno de los profesores más queridos tomará una decisión importante que afectará directamente al ego de un personaje.
El Bernat controla a su novia
Por Comsi han pasado todo tipo de relaciones. Desde aquellas que no se han separado desde el primer episodio, hasta relaciones esporádicas y parejas tóxicas. En esta octava temporada de la ficción catalana los fieles espectadores han visto pasar las jugadas de un estafador del amor y ahora, un chico joven se ha interpuesto en la vida de la camarera de la Barnateca. El Bernat, un alumno modélico, implicado en causas sociales y que intenta hacerse amigo de todos. Hay todo tipo de red flags -señales rojas- que alertan constantemente de su personalidad arrogante y narcisista.
Hay una buena recopilación de escenas deplorables. Desde los mensajes ignorados, la propuesta de mantener relaciones sin protección hasta obligarla a cambiarse de ropa porque iba «demasiado extrema». Las escenas de celos han sido constantes y el Bernat ha conseguido que cambie de planes a última hora para que no quede con un amigo suyo. Esta semana, el Valeri y ella habían quedado para ir a un concierto y, como era de esperar, el Bernat montó una escena en el Flora acusándola de querer enrollarse con otro chico.
En el capítulo de este jueves 19 de junio, ha cruzado una línea roja. Quiere aislarla cueste lo que cueste y para evitar que salga de fiesta con otra persona que no sea él, le ha conseguido una entrevista de trabajo. La Patri no tiene ningún interés, sobre todo teniendo en cuenta que le encanta su trabajo. ¿Y qué ha hecho el Bernat? Poner su cara de perro y hacerse la víctima para forzarla a aceptar, no sea que la chica pueda mandarlo a paseo.
La verdad sale a la luz
Los amigos la alertan del comportamiento de su novio, expresando todo lo que los espectadores han estado viendo los últimos días. Por fin todos van viendo las caras ocultas del Bernat. Al día siguiente, después de su entrevista de trabajo, la Gemma se interesa por saber cómo ha ido y sobre todo, porque sabe que esta oportunidad la ha buscado el Bernat. La mujer intenta hacerle abrir los ojos y la Patri empieza a temblar porque ya no tiene más excusas para justificar su relación.
Por fin hay la gran confesión y se da cuenta de todo lo que está pasando, se pone a llorar y admite que no sabe bien qué está haciendo con su vida. El Bernat la ha aislado completamente y ahora tiene su gran oportunidad de recuperarse y huir de las garras de un maltratador psicológico.
Disputa entre madres y profesores
El final de curso del instituto de Com si fos ahir es más complicado de lo que desearían. Los problemas dentro del claustro de profesores han comenzado a salpicar a las familias del centro, que ven cómo las actividades y la estabilidad de la escuela peligran ante la candidatura de Bolaños (Dafnis Balduf) como próximo director. Adela terminó retirándose de la carrera, víctima de una jugada de este maestro ególatra, que organizó un plan para acusarla de haber robado el dinero de la fiesta del instituto.
El problema, sin embargo, es que Quique (Biel Duran) tendrá que enfrentarse a su peor pesadilla: trabajar bajo las órdenes de Bolaños. Hay una opción muy clara, que es que Quique entre en la batalla para conseguir la dirección, pero está tan asustado del escritor que incluso se ha planteado pedir un traslado de centro. En el capítulo de este jueves, las madres de la escuela, lideradas por Noe (Elena Gadel), se han enterado de que Bolaños quiere eliminar las colonias cuando sea director, reduciéndolas a hacerlas solo cada dos años. Lo consideran una decisión intolerable y cuando hablan con él, su actitud denota que hará lo que quiera para controlar el centro siguiendo su estilo.
El Quique entra en el juego de Bolaños
Noe, indignadísima, habla con Quique para pedirle que se ponga del lado de las familias y firme un documento en contra de este cambio. Quique reitera sus miedos contra Bolaños, aunque sabe que esto trastocará a sus alumnos y el vínculo que ha creado durante tantos años si abandona el centro para no enfrentarse a él.
En un giro completamente inesperado, Quique se planta ante Bolaños y anuncia lo que todos los espectadores estaban esperando: presentará su candidatura como director y está preparado para luchar y evitar que este profesor destruya el instituto.
Por ahora, aún quedan algunas sorpresas más ocultas para el capítulo final de la semana.
