Comienza la semana en Com si fos ahir y los dramas de los últimos episodios aún se arrastran. El grupo del instituto Reina Sibil·la convive con los enredos amorosos, las mentiras, los secretos y las aventuras laborales de sus protagonistas.
Después de un fin de semana para digerir toda la emoción y los misterios de los personajes, este lunes 10 de febrero las historias continúan. La Sílvia (Montse Germán) está harta de su compañera de piso, sobre todo después de haber aparecido borracha para enredarse con una chica a medianoche. En este episodio descubrirán una parte vulnerable de la chef. Por otro lado, la historia de amor de la Gina (Meritxell Huertas) y l’Àlvar cada vez es más seria y los amigos del grupo comienzan a dudar de su identidad.
La paz entre los compañeros de piso está al límite
La llegada de la Itzíar (Mar Ulldemolins) a la ficción no deja de traer quebraderos de cabeza para una de las protagonistas. La Sílvia está harta de convivir con la chef y su lío de la noche anterior con una chica después de llegar al piso muy borracha y haciendo ruido ha puesto la tensión al límite. En un momento de discusión durante la mañana, la Sílvia le recrimina todo lo que habló con el Aniol. Recordando, el pasado viernes 7 el episodio terminó con una confesión por parte del Aniol. Según él, la Itzíar no es tan buena como ha intentado aparentar y, de hecho, le habría robado todo lo que pudo a su madre. El hombre no quiere saber nada de ella, sobre todo después del espectáculo que organizó a la salida de una conferencia donde lo tildó de «mentiroso» y «cerdo asqueroso». La Itzíar no se quedó corta y esta mala leche le ha terminado pasando factura con su compañera de piso.

Durante el desayuno, la Sílvia le recrimina todo lo que habló con el Aniol y a pesar de que el Francesc (Eduard Buch) intenta mantener la paz entre ambas, la Sílvia ha decidido enfrentarse porque está harta de su forma de actuar. Ella le pregunta si es verdad que robó todo lo que pudo de su madre y la respuesta de la Itzíar no es muy bonita. La mujer se enfada de mala manera y le recrimina que no puede creer que le haya creído a él cuando no lo conoce de nada.
Un momento de confesiones entre el Aniol y la Itzíar
Después de ir a la notaría para hablar de la tasación de los cuadros, el Aniol y la Itzíar tienen un momento para hablar las cosas. Ella le recrimina las mentiras que supuestamente va diciendo sobre ella y quiere saber por qué su madre no le devolvió la llamada. Su madre estaba muy enferma, casi no podía reconocer a su pareja. Tragándose el orgullo, intenta averiguar cómo murió su madre y el Aniol le confiesa que no sufrió nada. ¿Este descubrimiento ayudará a la chef a tomar un nuevo rumbo en su vida?

Más tarde, la Itzíar rebusca en su caja de recuerdos y encuentra un libro de recetas escrito por su abuela. En un intento por reconectar con sus recuerdos, la mujer se pone a cocinar un estofado de ternera, pero es incapaz de terminarlo porque rompe a llorar como una magdalena. En algún momento tenían que salir todos los sentimientos que ha estado guardando.
La Itzíar confiesa a sus compañeros de piso que sí robó las joyas, aunque admite que fueron un regalo de su abuela porque no tenía una buena relación con su madre. Resulta que la criticaba por ser lesbiana y que pudo salir adelante en su vida gracias a la confianza y el amor de su abuela. Un momento de debilidad que parece que ha ablandado los corazones del Francesc y la Sílvia.
La Gina ha encontrado en l’Àlvar un nuevo compañero de piso
La relación entre l’Àlvar y la Gina está llena de misterios. Este nuevo personaje esconde algo muy extraño y la Gina lo acabará descubriendo, seguramente de la peor manera posible. Tiene todo un perfil de estafador del amor, pero la Gina está ciega por las palabras bonitas y los planes de lujo que este hombre de Tinder le propone. Sus amigos del grupo sospechan que algo no termina de ser normal y le comentan a la Gina que tenga cuidado con estos hombres que aparentan ser algo que no son.

Después de salir a volar en avioneta y merendar unas ostras con cava, la nueva parejita no puede ser más pegajosa. L’Àlvar se hace el humilde, explicando que había sufrido mucho en su vida. Demasiado idílico para ser real. Después de enredarse -otra vez- l’Àlvar habla de formar una vida juntos. Hace dos días que se conocen, pero parece que le pondrá el anillo en el dedo la próxima semana. El hombre le propone buscar una casa para vivir juntos, a pesar de que la Gina insiste en que ella tiene el piso en Barcelona y que está muy bien ahí. ¿Será capaz de comerle aún más la cabeza para que haga todo lo que él quiere?
Por otro lado, la Lídia (Míriam Alamany) está muy celosa por la relación tan fantástica de su primita, pero un mensaje del Llibert, el hombre misterioso de quien aún no sabemos la identidad, le ha explicado que pronto podrá ir a Barcelona para conocerla. ¿Estaremos ante el momento en que se revelará la verdad de estos hombres extraños? Llegan nuevos dramas entre las primitas y las tramas de la ficción que triunfa cada mediodía en TV3 comienzan la semana cargadas de tensión y confesiones.