Jordi Pujol Dolcet interpretó el personaje de Quimet en ‘Alcarràs’, un campesino de un pequeño pueblo de Lleida condenado a perder sus tierras. Fuera de la película de Carla Simó y de las pantallas en general, Pujol Dolcet también es campesino, y como otros muchos está notando la crisis que vive la agricultura. Así lo manifestó en una entrevista a ‘El món a RAC 1‘ en la cual expresó su apoyo a las movilizaciones de los campesinos, pero a la vez reconoció que tiraba la toalla. «No se puede ser campesino hoy en día. Abandono», lamentó. «Hace tiempo que vi que no íbamos bien, que no se podía vivir de la agriculta. Estoy con los campesinos y las movilizaciones con necesarias, pero no hay nada que hacer. En Europa, a los campesinos no nos quieren, quieren que desaparezcamos y que la agricultura tal como se ha vivido hasta ahora no exista más», añadió.
Motivos de la protesta
La agricultura catalana se sumó este martes a la oleada de protestas del sector en Europa con las marchas que ocuparon parte de las carreteras catalanas y que este miércoles llegan a Barcelona. Los motivos de estas jornadas de protesta son varios. El sector rechaza la cantidad de burocracia que tienen que hacer, las consecuencias económicas y laborales de la sequía, el precio del gasóleo agrícola y el desequilibrio de las importaciones de producto del primer sector, entre otros. Por su parte, Pujol Dolcet hizo referencia a algunos de ellos durante la entrevista, como la burocracia. «Es casi imposible que un campesino pequeño pueda hacer toda la burocracia que hace falta para acceder a una ayuda», dijo.

Por otro lado, pidió que se limiten las importaciones que provienen de fuera de la Unión Europea (UE) y que se pague mejor a los productores locales. «Este año la fruta se ha cobrado a 40 o 45 céntimos, que es el que vale hacerla otra vez. No ganamos ni un duro. Y viene fruta otros países donde tienen permitido usar productos que nosotros tenemos prohibidos», denunció.