Ceremonia del hierro del monopolio de la fuerza estatal en Cataluña. Este mediodía, el Palacio Ramon Montaner, sede de la delegación del gobierno español de Cataluña, ha sido el escenario de la toma de posesión del comisario principal Manuel Rodríguez Jiménez como nuevo jefe de la Jefatura del Cuerpo Nacional de Policía en Cataluña. Un acto concelebrado con el director adjunto operativo del CNP, José Ángel González Jiménez, máximo mando uniformado de la institución, del director general de la Policía, Francisco Pardo, y del delegado del gobierno español en Cataluña, Carlos Prieto.
El nuevo responsable se ha comprometido hacer de la «socio leal» con el resto de cuerpos policiales de Cataluña y ha agradecido la presencia del ninguno de los Mossos d’Esquadra, el comisario Eduard Sallent, a la ceremonia. Rodríguez Jiménez ha centrado como objetivos la lucha contra el cibercrimen, el tráfico de drogas, la inmigración ilegal o el tráfico de personas. El delegado del gobierno español lo ha advertido que Cataluña «no es una plaza fácil» porque la sociedad tiene una «idiosincrasia propia». Por su parte, Pardo, después de alabar la bandera española como símbolo de «diversidad» también ha alabado su figura como policía. Así ha enfatizado su «capacidad de emocionarse» después de que el nuevo jefe policial en Cataluña se haya echado a llorar al nombrar su mujer, Esther, y al recitarle la famosa canción de Amaral, «

«La coordinación, imprescindible»
En su discurso, el comisario Rodríguez ha calificado «de imprescindible» tanto la «coordinación como la sinergia» con todas las unidades del Cuerpo Nacional de Policía para tener «una respuesta eficaz» a la seguridad. Pero, Rodríguez también ha ampliado esta coordinación a la «colaboración de los entre los diferentes operadores de seguridad». «Es la única forma de afrontar con éxito a los retos actuales, por el que me comprometo a continuar, y si es posible, a reforzar y mejorar la cooperación y coordinación con la Guardia Civil, los Mossos d’Esquadra, vigilancia aduanera y Guardia Urbana y policías locales y la seguridad privada». «La policía nacional se compromete a ser un socio leal en el resto de instituciones dedicadas e implicadas en el sistema de seguridad, el entendimiento sitúa al ciudadano en el centro de la actividad policial, y su prioridad es constituirse en garante de derechos y libertades y prestar un servicio de máxima calidad», ha resaltado el nuevo jefe policial.