Cataluña ha afrontado, y está afrontando, una de las peores sequías que la nación catalana recuerda. Los embalses del territorio han llegado a estar en situaciones críticas como son el ejemplo de los embalses de Riudecanyes y de Siurana, que han registrado valores casi mínimos. Las últimas lluvias han conseguido aliviar, un poco, la situación. Concretamente Riudecanyes (Baix Camp) ha pasado de unas reservas del 1,6% hasta unas del 4,6% en tan solo una semana, alcanzando así el volumen más alto de agua embalsada del año; en Siurana (Priorat) el aumento ha sido más pequeño pero también ha conseguido aliviar la situación de un embalse que se encontraba al 0,6% de su capacidad y que, gracias a las lluvias, ha llegado hasta el 2,5%. Un aumento positivo para los dos embalses que presentan unos niveles más bajos de las cuencas que gestiona la Agencia Catalana del Agua.

Vista aérea del embalse de Riudecanyes | Jordi Borràs (ACN)
Vista aérea del embalse de Riudecanyes | Jordi Borràs (ACN)

Lluvias rompen la dinámica negativa y llenan embalses por encima del 30%

La situación en los embalses de Cataluña ha sido crítica. En el mes de mayo la Generalitat levantó el estado de emergencia por sequía y los embalses parecían dar una muestra rápida de recuperación llenándose hasta llegar a registrar un 37,10% de agua embalsada (durante el mes de junio) en las cuencas internas. A partir del mes de julio estas reservas empezaron a caer y una vez pasada la temporada estival (a finales de septiembre) los embalses se situaban en el 28,29% embalsado, prácticamente 10 puntos menos que antes del verano.

Las lluvias de las dos últimas semanas de octubre han permitido que los embalses se recuperen, ligeramente, y pasen del 27,61% embalsado el 23 de octubre al 30,25% que se ha registrado el jueves 31 de octubre, último día del mes. Este pequeño aumento de las reservas permite superar la barrera psicológica del 30% (que acercaba nuevas restricciones) y rompe la dinámica negativa de los últimos meses.

Comparte

Icona de pantalla completa