Esquerra Republicana y Junts por Cataluña han presentado sus programas electorales de cara a los comicios en el Parlamento Europeo del próximo 9 de junio que incluyen unas veinte medidas en defensa del catalán, entre las cuales hay su oficialidad, que después de ocho meses, cinco reuniones del Consejo de la Unión Europea con las presidencias española i belga continúa atascada
Entre las medidas de Esquerra para defender la lengua catalana a Europa, hay el compromiso a «instar el gobierno español y las instituciones europeas que tomen las decisiones oportunas para que el catalán y el occitano acontezcan lenguas oficiales y de trabajo de la Unión Europea» y Juntos, por su parte, se compromete a «continuar trabajando para hacer efectiva la total oficialidad del catalán en la Unión Europea, hecho que significa convertir nuestra lengua en la 25.ª lengua oficial de la UE y que toda la legislación europea se le aplique en pie de igualdad». De hecho, la candidatura de Comín ha presentado un documento de doce puntos donde se detalla todo el que ha hecho la formación desde el acuerdo con el PSOE para constituir la Mesa del Congreso, y defiende que se ha hecho trabajo, pero cree que le corresponde al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dar el impulso definitivo porque los 27 acepten la oficialidad del catalán, el vasco y el gallego.

Así, Junts remarca que «en ningún caso se ha producido una oposición a la oficialidad» y recuerda que el ejecutivo español tiene en sus manos «el arma de presión diplomática» y la «capacidad negociadora bilateral con los diferentes estados miembros de la UE». «Hace falta que el gobierno español, y singularmente su presidente, hagan un esfuerzo en este aspecto que consideramos decisivo, y en el cual hasta hoy no han estado a la altura», sentencia. Una petición similar a la realizada por la consejera de Acción exterior, Meritxell Serret, que en un acto reciente de Pimec, y con la presencia del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, exigió en el gobierno español la «máxima ambición» para «desplegar toda la capacidad y eficiencia diplomática» porque se pueda continuar «haciendo pasos firmes» para la oficialidad del catalán. Albares, por su parte, se comprometió a no abandonar «el combate» hasta conseguir la oficialidad, pero el secretario de estado para la UE del gobierno español, Fernando Sampedro, rechazó marcarse «plazos» para conseguirla.
Una oficialidad encallada
Países como Letonia, Finlandia, Lituania o Suecia se han mostrado reticentes en un momento u otro a lo largo de estos ocho meses, pero los 27 países que forman parte del Consejo reclaman dos informes para hacer nuevos pasos para desbloquear la situación. Por un lado, quieren que la Comisión Europea ponga cifras sobre el coste de la oficialidad y, a estas alturas, solo se ha elaborado un documento preliminar que cifra en 132 millones el coste anual de la oficialidad del catalán el vasco y el gallego, y, de la otra, un informe de los servicios jurídicos del Consejo que evalúe si la propuesta del estado español se ajusta al derecho de la Unión.

Este según documento es el que precisamente reclaman los estados para disponer de un análisis más cuidadoso y evaluar la ensambladura de la medida, pero el estado español ni siquiera ha pedido formalmente al Consejo y, por lo tanto, esto dificulta que la medida prospere y no hay previsión que la medida esté sobre la mesa en las próximas reuniones del Consejo. Aun así, Juntos subraya que su equipo «continúa elaborando y proporcionando argumentos de naturaleza política y técnica a las instituciones y autoridades ministeriales negociadoras que faciliten lo antes posible el reconocimiento de la plena oficialidad de la lengua catalana en el seno de la Unión».
Esquerra y Junts también se comprometen a facilitar la comunicación en catalán con instancias europeas
Por otro lado, el programa de ERC propone una docena de medidas en defensa de la lengua, entre las cuales, hay que las instituciones europeas creen «programas específicos» de promoción del uso de las lenguas minorizadas y amenazadas, facilitar que cualquier ciudadano europeo pueda dirigirse también en catalán y occitano a las instituciones europeas, mediante las traducciones y las oficinas que tiene la UE, defender el catalán como lengua vehicular de la enseñanza en los territorios de habla catalana, promover el respeto de las empresas a los derechos lingüísticos de los consumidores a través de una «norma de calidad en la gestión lingüística empresarial y favoreciendo una legislación que también persiga este objetivo».

Favorecer la inclusión de las lenguas europeas no oficiales en los programas europeos, como el catalán y el occitano, y su inclusión en programas que promueven la creación en el sector artístico y cultural, así como promover la concesión de ayudas económicas y el establecimiento de medidas de acción positiva a favor del uso y la creación de contenidos en estas lenguas. Entre sus objetivos, también quieren promover e implementar el Protocolo para la Garantía de los Derechos Lingüísticos, que tiene por objetivo «la promoción y protección de los derechos lingüísticos de los hablantes de lenguas en desventaja».
Juntos, por su parte, presenta siete propuestas y, además de trabajar por la oficialidad, se compromete a apoyar a la adopción de las iniciativas ciudadanas europeas
Además, quieren incorporar «plenamente» el catalán en el CV normalizado europeo, Europass, y también proponen que en el supuesto de que se modifique la directiva antidiscriminación, esta incluya «la discriminación por motivos lingüísticos» para poder combatir de «forma más efectiva» las discriminaciones a los catalanoparlantes. También avisan que denunciarán las acciones de los gobiernos de PP y Vox al País Valenciano y en las Islas Baleares contra el catalán y defenderán el modelo de inmersión de la Bressola y de Arrels en la Cataluña Norte, «modelos de éxito» que, según la formación, hay que tener en cuenta «revitalizar otras lenguas en peligro de desaparición de su uso social».